En medio de un discurso que criminaliza a los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, el músico y director de cine, Sergio Arau, prepara un guión de lo que será una serie sobre la intolerancia, la xenofobia alrededor de su película “Un día sin mexicanos” (2004).
Arau detalló este lunes que en principio trabajaba en el guión de un largometraje que llevaría por nombre “Otro día sin mexicanos”; sin embargo, dijo que “la fuerte oleada nos lleva a querer hacer una serie en la que vamos a profundizar más en el tema”.
Durante la proyección de “Un día sin mexicanos” en el Auditorio de la Biblioteca Vasconcelos, puntualizó que al vivir en Estados Unidos desde 1992 y estar involucrado de cerca en temas relacionados con la migración, por su formación en Ciencias Políticas, sabe que en la Unión Americana hay cárceles de deportación en las que no existe legislación y están llenas por estarlo.
Agregó que trabaja en una exploración profunda sobre el tema, pues “nos interesa hablar de la industria del terror y del miedo que fundan los antimigrantes”.
De acuerdo con el músico, la serie saldrá en octubre a través de alguna plataforma privada, y aunque se valdrá de varios guionistas dada la extensión del proyecto, indicó que aún no tiene los nombres, pues todavía lo están aterrizando.
En 2004 se estrenó la película, pero la distribución no fue a grande escala. “Nos fue súper bien. Fue muy interesante porque en las páginas de cine en vez de dar la opinión, se empezaron a pelear. Nunca nos imaginamos que más allá de la taquilla y de ese momento, la cinta iba a trascender.
“Yo creo que lo importante de esto es que se confirma que el arte y la comunicación sirven o incitan a que la gente discuta, se informe y tome partido”, comentó el cineasta, quien en fecha reciente se nacionalizó estadunidense, aunque también conserva la mexicana.
Reconoció que la situación actual en el contexto político y económico se ve turbulento y que podría ser la unión la que marque la diferencia, “por eso estamos trabajando con diversas organizaciones para avisarnos de todos”.
El Departamento de Seguridad le otorgó desde el 21 de febrero pasado a sus elementos la “autoridad completa” para arrestar al extranjero que, a su juicio, represente un riesgo “para la seguridad pública”, en otras palabras, a cualquier sospechoso.
Estas órdenes refuerzan las políticas de seguridad fronteriza e interior en el país del mandatario estadounidense. De esta manera, la persecución de inmigrantes indocumentados ya no se limita a los que tengan antecedentes criminales, sino que los agentes de inmigración podrán detener a quienes “puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y seguridad nacional”.
Otros migrantes vulnerables son los que “han abusado de cualquier programa relacionado con la recepción de beneficios públicos”.
Uno de estos programas es el Welfare, al cual algunos indocumentados, con hijos nacidos en Estados Unidos, acceden para solventar gastos de alimentación, vestimenta y alojamiento, sin saber que pueden ser acusados de fraude.