• Elon Musk ha afirmado que las jornadas laborales de 120 horas semanales son necesarias para alcanzar la innovación y avanzar rápidamente, algo que también ha promovido en empresas como Tesla y SpaceX.

• Un estudio de PwC indica que el 78% de los empleados prefieren opciones híbridas o remotas, lo que podría influir en las políticas de trabajo a futuro. 

• La IA está proyectada a contribuir con hasta 15.7 billones de dólares a la economía global para 2030, representando un incremento significativo en productividad, según McKinsey.

Sergey Brin ha regresado a la empresa en un momento crucial, ya que Google enfrenta una fuerte competencia en el campo de la IA, y por ello, con una visión renovada ha propuesto una ambiciosa meta: que los ingenieros de la compañía trabajen 60 horas semanales, distribuidas en cinco días de trabajo en la oficina con la finalidad de aumentar la productividad y acelerar el progreso de la IA para recuperar el liderazgo del sector, teniendo en cuenta que OpenAI se ha mantenido lanzando innovaciones prometedoras últimamente.

Esta iniciativa, que refleja la urgencia con la que Brin busca posicionar a Google en la vanguardia de la inteligencia artificial general, se presenta como un intento de recuperar el terreno perdido frente a gigantes competidores. Aunque Google mantiene una política de trabajo híbrido, con tres días presenciales en oficina, Brin insta a sus empleados a comprometerse plenamente con el trabajo en Google, sugiriendo que el entorno de oficina es esencial para la colaboración necesaria en la creación de modelos de IA más avanzados.

De hecho, en un memorándum filtrado por The New York Times, Brin enfatizó que el trabajo en equipo en el espacio físico y el uso de herramientas como Gemini podrían ser clave para que Google pueda no solo mejorar sus modelos de IA, sino también avanzar hacia la creación de inteligencia artificial que iguale o supere las capacidades humanas. De hecho, en su mensaje a los empleados, Brin especificó que alcanzar las 60 horas semanales es el “punto óptimo de productividad” para los desarrolladores que trabajan en la IA en la empresa. Para alcanzar este horario se necesita una inversión de al menos 12 horas de trabajo al día por los cinco días yendo a oficina.

60-hour work weeks being normalized…

Sergey Brin to Googlers: “In my experience about 60 hours a week is the sweet spot of productivity. Some folks put in a lot more but can burn out or lose creativity. A number of folks work less than 60 hours and a small number put in the… pic.twitter.com/qIO4oqnY4f

— TechLead (@techleadhd) March 1, 2025

Sin embargo, este enfoque intensivo de trabajo no está exento de controversia. Mientras algunos lo ven como una estrategia necesaria para alcanzar la supremacía en IA, otros temen que pueda contribuir a una mayor presión sobre los empleados, en un momento en el que muchos ya expresan su descontento por las condiciones laborales y la exigencia de regresar a la oficina. A pesar de ello, la influencia de Brin como cofundador de Google podría impulsar un cambio en la cultura empresarial de la compañía, lo que podría llevar a una implementación más generalizada de su propuesta, incluso si no todos los empleados la apoyan.

En el contexto de la carrera por la inteligencia artificial, Brin ve a Google como un jugador clave que necesita reaccionar con rapidez para mantener su relevancia.

Hay que tener en cuenta que, por ejemplo la plantilla de DOGE de Elon Musk hablaba de trabaja 120 horas a la semana.

En ese contexto, un análisis publicado por Harvard Business Review sugiere que aunque las largas jornadas pueden parecer necesarias en industrias de alta presión como la tecnología, el modelo de trabajo intensivo no siempre garantiza la creatividad o la productividad sostenida. La clave, según el estudio, radica en encontrar un balance que fomente la innovación sin comprometer la salud del trabajador.

En ese sentido, hoy, hablamos de un contexto en el que los llamados “cinco grandes” de la tecnología (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft) se han esmerado en conquistar el mercado de la inteligencia artificial durante la última década. Siendo Estados Unidos el país que más invierte en esta herramienta.

Y es que, la inteligencia artificial (IA) es una de las áreas tecnológicas con mayor potencial de expansión a corto y medio plazo. Tanto es así que su valor de mercado podría rebasar la barrera de los 400 mil millones de dólares para 2027, según Statista.

Tan sólo la financiación de startups alcanzó la cifra nunca antes vista en esta área de 92.100 millones y el valor promedio de cada acuerdo cerrado rondaba los 29 millones.

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