La industria de la moda y el comercio en general sufre de cambios excesivos, o eso es lo que nos han hecho creer las tiendas fast fashion y empresas, sin embargo, miles de personas optan por alternativas más económicas y eco-friendly sin perder el sentido del estilo y la modernidad.
En plataformas como Instagram y Facebook puedes encontrar cada vez más productos de segunda mano, desde objetos en 30 pesos a artículos clásicos de grandes marcas de la industria, por lo que los consumidores recurren a estas plataformas para obtener algunos artículos.
Tal vez no sea nada nuevo reutilizar la ropa de alguien más, visitar bazares en la búsqueda de nuevos artículos o comercializar en segunda mano, pero lo que sí está en crecimiento son los cientos de comercios, tiendas y mini-negocios que llegan día con día a través de diferentes plataformas y redes sociales para replantear el mercado, principalmente en el sector de la moda.
Ante la actual crisis sanitaria, cientos de personas han optado por ganar un poco de dinero dándole una limpieza al closet para ofertar aquellas prendas que podrían ser útiles para alguien más o los objetos que para alguien más podrían tener un valor.
Asimismo, otra de las ventajas, además de vender, es que también se puede intercambiar la ropa o productos con otras personas, promoviendo la conocida economía circular, lo que ayuda a generar un menor impacto de las industrias en el planeta.
Otra de las ventajas al comprar objetos de segunda mano está en que se le da una vida útil más larga, dándole la oportunidad a estos artículos de utilizarse al máximo antes de llegar a un basurero, por lo que cada vez son más quienes recurren a esta manera de consumir para llenar sus espacios.
Así se trabaja la segunda mano en línea
A pesar de que parezca un trabajo simple, se debe reconocer que la labor de los y las involucradas en crear su propio sello dentro la cada vez más grande diversidad del mercado. En la competencia con los demás comerciantes para lograr que los consumidores fijen la atención en sus productos y no en los de alguien más, como en cualquier otra gran empresa.
Asimismo, la parte más difícil para este sector es la promoción de los productos, la atención al cliente y poder cerrar el trato para que tu artículo se venda y llegue en tiempo y forma para los clientes mediante diversas formas de entrega.
E-commerce informal se hace viral
Hace algunos meses se viralizó el término “nenis” para referirse a las mujeres que vendían sus productos en línea, y lo que comenzó como un apodo burlón, se convirtió en un sobrenombre de empoderamiento femenino.
El término “nenis” se deriva del trato que por lo regular tienen las vendedoras con sus clientas al llamarlas ”nenas”.
De acuerdo con la academia de negocios para mujeres, Victoria 147, “las nenis son microemprendedoras, y son el mejor ejemplo para caracterizar los primeros pasos del emprendimiento: trabajan con sus propios recursos, algunas sin oficinas, ni establecimientos que puedan reflejar tan solo un poco de los esfuerzos que han puesto para seguir adelante”.
Pero eso no es todo, de acuerdo a un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las comerciantes informales generan cerca de 9.5 Millones de pesos al día y 13 millones de familias mexicanas dependen de esta actividad económica.
Las problemáticas de este comercio
Cada vez son más las personas que buscan emprender en este negocio, por lo que la competencia crece todos los días, y hace más difícil que algunos comerciantes logren las ventas esperadas.
Asimismo, hay quienes señalan que, ante la alta demanda de la compra en lugares como tianguis o bazares, podrían generar que los precios en estos puestos aumenten, siguiendo la ley de la oferta y la demanda, afectado a quienes vestían de estos comercios mucho antes de que fueran bien vistos socialmente.
Por otro lado, lo que comenzó como una opción eco-friendly podría convertirse en la misma problemática que sucede con otras tiendas de ropa que distribuyen fast-fashion gracias a que los compradores no dejan de consumir ropa al por mayor, por lo que además de incentivar el comercio de segunda mano, los compradores también deberán reeducar su consumo.
¿El futuro del comercio es el reúso?
En los últimos años, principalmente con la pandemia, el mercado de segunda mano ha experimentado un auge impulsado por las compras y ventas entre particulares que se realizan a través de redes sociales, plataformas y marketplaces como Mercado Libre, Linio o eBay.
En México, un 47% de las personas entrevistadas en un estudio Statista Global Consumer Survey en 2020 declaró haber comprado al menos un artículo de segunda mano durante los últimos doce meses, donde la ropa lidera la categoría que los mexicanos compras más por esta modalidad, seguido de los aparatos electrónicos y los segmentos de libros, películas, música y juegos.
Conforme al mismo estudio, México es considerado como el tercer país con compras de segunda mano en el mundo, detrás de Polonia (51%) y Reino Unido (50%) donde la afición de las compras de segunda mano es mayor.
Aunque el futuro del mercado puede llegar a ser muy versátil, lo cierto es que el reutilizar prendas y otros artículos llegó para quedarse, por lo menos varios años más, ante lo cual es importante ver si lo que empezó como un comercio informal, puede convertirse en un nuevo comercio emergente del cual se formarán nuevas empresas.
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