América Latina se ha convertido en el nuevo foco del brote de coronavirus en el mundo. Así lo consideró este miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS), luego de que en la región se superaran las 70 mil muertes a causa de enfermedad respiratoria y la cantidad de contagios se ubicará cercano al millón y medio.
Las condiciones sociales y económicas de la región han impulsado el avance de la crisis sanitaria, con lo que los números alrededor del COVID-19 no han parado de subir.
Los números de la pandemia
Según el reporte entregado por Reuters, en Latinoamérica los decesos relacionados con la epidemia llegaron a 70 mil 972 mientras que los casos confirmados llegó a los 1.45 millones.
Dentro de estas cifras destaca Brasil, país que hasta ahora contabiliza 40 mil fallecimientos. De igual manera, se reporta un aumento en la cantidad de muertes durante junio en México, Perú, Chile y Colombia.
En tan sólo dos semanas, los casos de COVID-19 en la región se han duplicado y aunque se intenta volver a la normalidad, lo cierto es que esta situación tendrá un impacto importante en la economía latinoamericana.
A principios de este año, aún sin tener casos confirmados, los analistas ya hablaban de las implicaciones que la propagación del virus y la paralización que ha supuesto en diferentes mercados podrían tener en la economía de la región.
En una primera lectura, el impacto se leía desde el valor que China tiene como importador y exportados de bienes para diversas economías latinas.
Amrita Narlikar, presidenta del Instituto Alemán de Estudios Regionales GIGA, aseguraba en un blog del think tank “The Dialogue”, que “ya hemos visto cómo la economía china, el tráfico aéreo y las cadenas de suministro globalmente integradas se han visto perturbadas. Por supuesto, esto tiene consecuencias para la economía mundial y ciertamente para América Latina”.
Con los números anteriores, este escenario sólo podría empeorar y frenar una economía que desde hace algunos años muestra signos de debilitamiento.
De acuerdo con datos del FMI, América Latina ha crecido menos desde hace cinco años y durante 2019 registró un evidente estancamiento.
Lo que sucede en México
En México, la puesta en marcha del plan de reactivación económica ha cumplido poco más de ocho días, en medio de un momento que es crítico tanto en términos de salud como en lo que se refiere a la economía.
En cuanto a la emergencia sanitaria, el último reporte de las autoridades competentes indican que en el país existen más de 120 mil casos y más de 14 mil defunciones.
De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins. el país ocupa el séptimo lugar a nivel mundial en muertes confirmadas por COVID-19 y el decimocuarto en contagios.
A la sombra de estos números, destacan los indicadores económicos que si bien han registrado un ligero asenso a poco más de una semana de iniciado el plan de reactivación aún son preocupantes.
De acuerdo con la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin), al advertir que a causa del coronavirus un millón 170 mil empresas cerrarán en el país.
“Sí, sí hay riesgo, hay mucho riesgo. Yo puedo decir cuántas van a cerrar, no cuántas van a abrir: un millón 170 mil van a cerrar, (…) Las consecuencias de esta emergencia sanitaria no pueden recaer solamente en las empresas. El gobierno tiene que movilizar un fondo de rescate similar al de Estados Unidos o los países europeos. De lo contrario se condena a la quiebra a miles de empresas”, afirmó Francisco Cervantes, presidente de la Concamin en entrevista con medios tras una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Las cifras post-coronavirus
Con este escenario, las cifras más recientes no son alentadoras. Dentro de los pronósticos, “caídas”, “desempleo”, “cierres definitivos” y “recesión” son palabras constantes.
Basta con retomar algunos datos que hablan sobre los impactos del COVID-19 en la economía del país:
- México sufrirá una caída del -6.5 por ciento del PIB, según las proyecciones de crecimiento de la CEPAL para América Latina y el Caribe.
- Tan sólo en la Ciudad de México se estima que 88 mil 809 negocios, lo que representa el 40 por ciento del total, no volverán a reabrir una vez que pase la cuarentena.
- Estos negocios despedirán a más de 1 millón de personas ante la falta de recursos, según la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope).
- El 65 por cierto de los restaurantes en México desaparecerán o tendrá ‘alto riesgo de quebrar’ por coronavirus.
- Con esto se perderán 300 mil empleos, entre formales e informales, según la Canirac.
- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que México caerá este año en “una grave recesión” que llevará al PIB al registro histórico de -7.5 por ciento.
El reto para el marketing
Todo esto dibuja un escenario especialmente retador para las empresas en donde el marketing jugará un rol protagónico.
Reactivar el consumo será vital para mantener la cadena de valor que, desde ahora, se percibe dañada.
Lo cierto es que estas estrategias y planes de comercialización no podrán guiarse sobre los mismos parámetros que lo hacían antes de la pandemia.
El ajuste se perfila para ser profundo y radical, en una suerte de adaptarse a un mercado con condiciones de consumo y competencia nunca antes vistos.
La capacidad de flexibilidad se pondrá a prueba. Planes de negocio asimétricos serán los que tendrán mayores oportunidades de éxito, en una carrera que no será corta. El cambio debe pensarse más allá del momento actual, el cambio será a largo plazo.