SeaWorld tiene un nuevo impacto en su marca luego de que el estado de California, Estados Unidos, prohibió la realización de espectáculos con orcas.
La medida anunciada se trata de una legislación aprobada por el gobernador Jerry Brown, quien además impide la cría de orcas en cautiverio.
Dentro de la nueva regulación, se impide el uso de las orcas en espectáculos para fines comerciales y sólo se permite su uso para cumplir con programas educativos.
Esta restricción en la utilización de orcas con fines de espectáculo o reproductivo en cautiverio representa un impacto muy importante para SeaWorld en San Diego, lo que incluso podría suponer el cierre de esta sucursal e impactar en la marca de un centro que ha enfrentado diversos episodios de crisis, acentuados tras la publicación del documental Blackfish, en el que se muestra cómo sufren las orcas dentro de este tipo de centros y se muenstran ejemplos de cómo son capturadas.
La nueva medida obliga legalmente a SeaWorld San Diego a cumplir con su promesa de cancelar espectáculos con orcas y su reproducción, medidas a las que se vio obligadas tras su aparición en el documental Blackfish.
En su momento, el parque había implementado diversas estrategias para hacer frente a las críticas que impactaron en su marca, como llevar a cabo una colaboración con la organización Human Society o anunciar el diseño de un nuevo concepto de entretenimiento, basado en el acercamiento natural con los últimos mamíferos que quedarán en el parque y que posiblemente comience en 2017.
SeaWorld es un ejemplo de cómo una estrategia de RP ha tenido que actuar ante el impacto negativo que ha mantenido desde la publicación del documental Blackfish que tuvo efectos en su reputación de marca y del que ha buscado salir con estrategias como “truth campaign”, que fue lanzada en redes sociales y que dio paso a una segunda estrategia llamada Ask SeaWorld (Pregunta a SeaWorld).
Aunado a esto es importante ver cómo la apuesta de este parque está en la marca y no en el negocio que se fundó en la experiencia de ver orcas asesinas realizando acrobacias, pues tras el anuncio de que se cancelaba el programa de crianza en cautiverio, se puso fin a la existencia de orcas dentro de estos parques y que en su origen, cuando el concepto fue creado en la década de los 60, pareció haber generado cultura de biodiversidad, al generar conciencia en los visitantes del parque sobre la importancia y papel de las orcas (no cautivas) en el ecosistema. Ahora esta apuesta, la de generar cultura está llevando a la organización a salir y participar en actividades de rescate de especies o atender crisis en las que vidas de animales marinos se encuentren afectadas. Tal vez esta sea la nueva fortaleza de marca del parque.