• Se acaban los festejos de Día de Muertos e inmediatamente después llega la temporada de Navidad en México.
• El Buen Fin se generó para impulsar el consumo en la parte final del año; generó 118 mil millones en 2018.
• Se convierte en una oportunidad para las acciones de marketing estacional.

Concluidos los festejos de Día de Muertos y Halloween, en México las marcas, empresas, espacios de retail y demás instancias encargadas de comercializar o apuntalar productos y marcas se aprestan a enfocar sus acciones en la Navidad, Fin de Año y demás festejos de las últimas semanas del año.

A menos de dos meses de que termine la década de 2010, la tiendas se encargan de rematar los últimos productos que celebran las tradiciones de los Fieles Difuntos, Todos los Santos y demás elementos relacionados con el Día de Muertos para colocar en sus anaqueles todo lo que se identifica con estos festejos.

Y es que a diferencia de Estados Unidos, donde todavía se vislumbra la fiesta de Acción de Gracias, en México no se desarrollo un festejo más importante sino hasta los que se llevan a cabo en diciembre y que se relacionan con la devoción a la Virgen de Guadalupe, las posadas, Navidad, Año Nuevo y Día de Reyes, principalmente.

Si bien estos festejos arrancan hasta el 12 de diciembre, se convierten en elementos de promoción desde muchas semanas antes. No es de extrañarse que ya desde finales de agosto o principios de septiembre, los almacenes y otros espacios de retail se apresten a exhibir objetos decorativos de Navidad, los cuales comparten lugar con los del Halloween que se terminó.

Son los mismos adornos que hacia el 25 de diciembre y unas horas después, estarán ya en remate en los anaqueles de las tiendas. En el caso de la decoración y la ambientación, los productos alcanzan una caducidad o se quedan fuera de tiempo con mucha mayor velocidad.

Pero la apuesta de las marcas, más allá de la ambientación, es la colocación de productos más duraderos o que busquen satisfacer necesidades mayores de los consumidores. Por eso se supone que se han instaurado campañas como la del Buen Fin, émulo mexicano del Black Friday norteamericano y con el cual se busca reactivar la economía y la capacidad de compra de los consumidores mexicanos previo a las épocas navideñas.

El puente vacacional del 20 de noviembre, o el tercer fin de semana del mes es el elegido para que las tiendas y las marcas ofrezcan promociones, garanticen precios reducidos y concreten verdaderas oportunidades para los consumidores.

Según estimaciones de Concanaco-Servytur, el Buen Fin generó ventas por más de 118 mil millones de pesos durante 2018, por lo que se espera que este año las ganancias sean mayores.

Pero más allá de la efectividad de las ofertas de este periodo de promociones -se dice que más que descuentos, el Buen Fin se ha convertido en una feria de crédito en realidad-, lo cierto es que la época navideña comenzará a sentirse con mayor fuerza durante estas horas.

Las marcas deberán hacer uso de acciones de marketing estacional para aprovechar que el flujo de dinero es mayor en fin de año gracias a el pago del aguinaldo y otras gratificaciones que por ley reciben quienes se emplean en nuestro país.