En 2017 su bicicleta patinó haciéndolo caer y provocándole una lesión en la rodilla y el tobillo. Parecía que el fin de su carrera se presentaba tan espontáneo como aquella caída; lo percibía él y quienes seguíamos a distancia su situación. Sin embargo, gracias a su fortaleza en todo sentido, nos obsequió 5 años más de inspiración montado en dos ruedas, repletos de esfuerzo, sacrificio y triunfos.

En cuestión de horas, el ciclista español Alejandro Valverde pondrá fin a su etapa como ciclista profesional que comenzó hace 22 años. Nació en Murcia España en 1980. Hoy, a sus 42 años de edad, da cátedra de categoría y fortaleza física y mental a propios y extraños. Ha participado de manera digna y relevante de 32 Grandes Vueltas. Ganador de etapa en el Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta a España. En años recientes, cuando su veteranía reservaba los pronósticos sobre su desempeño, el Bala demostraba una capacidad extraordinaria para pelear codo a codo los primeros lugares y en ocasiones alzarse con el triunfo.

El Bala es un ciclista fuera de serie. Su profesionalismo está compuesto de 133 victorias, entre las que destacan 7 medallas de campeonato del mundo. Su equipo, el Movistar, le ha prohibido asistir a su último mundial, buscando aprovecharlo para la suma de puntos en las últimas carreras buscando la permanencia de la escuadra en la categoría. En unos cuantos días cerrará este ciclo y abrirá uno nuevo con contrato vigente con su equipo actual, al que agregará valor desde otro sitio y función.

Un hombre caracterizado por el coraje transmitido por su padre, quien le compró una bicicleta cuando tenía 9 años de edad de la cual se bajará 33 años después; de niño y joven lo ganó todo y su desempeño como profesional resulta excepcional.

Valverde es sin duda uno de los grandes del deporte español, muchos lo catalogan como el ciclista español más importante de la historia. Se va un grande, un ciclista único, que pareciera que los años no le pesan, sino que le agregan carisma, experiencia y fortaleza, como debiera ser para todos.

Su despedida dará un espacio a los jóvenes y al relevo generacional necesario. Se le extrañará y recordará como el gran ciclista que es.