La Inteligencia Artificial (IA) poco a poco va ganando presencia en numerosos aspectos de la vida diaria de los consumidores, además de estar involucrada en numerosas aplicaciones de negocio que incluyen predicciones sobre el comportamiento de los clientes y negocios, la automatización de tareas repetitivas o servicios de alertas para casos advertir de situaciones de riesgo o negativas.

El concepto de estos avances tecnológicos, incluye la habilidad de las máquinas para emular el pensamiento humano, su razonamiento y proceso de toma de decisión. De hecho, según una investigación de mayo de 2015 entre ejecutivos de negocios realizado por Narrative Science, un 31 por ciento señaló que IA era “tecnología que piensa y actúa como los humanos”.

Otras concepciones incluyen: “tecnología que puede aprender a hacer las cosas cada vez mejor”, “Tecnologia que puede entender el lenguaje” y “tecnología que puede responder preguntas por mí.”

A un nivel más profundo, sin embargo, existe una confusión en los mercados, sobre lo que es la tecnología de IA y la terminología usada para describirla. Términos que suena de forma similar, como computación cognitiva, inteligencia de máquina, aprendizaje profundo o inteligencia aumentada se usan de forma indistinta, aunque existen sutiles diferencias entre ellos.

Muchas empresas que han estado involucradas con la IA por años, no siquiera le llaman así, mientas que muchos consumidores ni siquiera se dan cuenta de que los poderes de la IA están presentes en muchas de las tecnologías de uso diario.

Por ejemplo, según un estudio de 2016, elaborado por CompTIA, mientras apenas el 54 por ciento de los ejecutivos de negocio e inteligencia de la información de empresas estadounidenses tenían conciencia de la Inteligencia Artificial, una mayor proporción si conocen de otras tecnologías, como el 78 por ciento que sabía de la impresión 3D, el 71 por ciento que conocía los drones y la realidad virtual o el 68 por ciento que está al tanto del Internet de las Cosas (IoT). Sin embargo, estas nuevas tendencias en tecnología están nutridas precisamente de diferentes tipos de IA, aunque no se les identifique como tal.

También, según el estudio de Narrative Science, un 58 por ciento de los participantes reconocieron estar usando Inteligencia Artificial en conjunción con tecnologías de big data. De esos, un 32 por ciento señalan que el reconocimiento de voz y las respuestas de voz con soluciones, eran la forma más utilizada de IA, además del machine learning (24 por ciento) y los asistentes personales virtuales (15 por ciento). Además de citarse los sistemas de soporte de decisión (8 por ciento), aplicaciones de (5 por ciento) y automatización de comunicaciones y reportes escritos (5 por ciento).

Los negocios, de los más variados sectores, también se encuentran analizando como incorporar IA, pues como se desprende de la investigación realizada por el Euromoney Institutional Investor Thought Leadership, en la que un 42 por ciento de los participantes señalaron que los departamentos de Investigación y Desarrollo de sus organizaciones trabajan en tendencias y capacidades de IA. Mientras que el resto acude a asesores externos o trabajo asociado con otras organizaciones para desarrollar el uso de la Inteligencia Artificial en sus organizaciones.