Ver a personajes públicos en imágenes que promueven la adquisición de algún producto o servicio es el pan de todos los días. Esto lo prueba la tendencia que consiste en cambiar a top models anónimos por personajes de Hollywood con vida y obra por demás conocida. Por ejemplo, la publicidad de artículos de arreglo de limpieza masculinos tiene mayor recordación si es protagonizada por un actor maduro de la serie de moda que si se promueve por un modelo desconocido, así sea el más atractivo del mundo.
El trabajo en equipo que pueden realizar marcas y celebridades va mucho más allá de prestar la imagen para un espectacular, ya que si se busca una mayor construcción de marca y una relación a largo plazo, esto no es suficiente. De acuerdo con Lizette Zavala, gerente de comunicación corporativa de Coca-Cola de México, las invitaciones a celebridades en esta compañía dependen del proyecto, tal y como lo han hecho con Benny Ibarra. “Para nosotros es importante que ellos se sientan identificados y decidan participar porque les gusta lo que les planteamos. Al formar parte de una compañía integrada por 64 marcas —cada una de ellas con una personalidad, estilo y estrategia únicos—, se define en qué casos sería relevante sumar voces de celebridades. Tenemos valores muy claros que compartimos con las personas con quienes trabajamos: integridad, pasión, diversidad, responsabilidad, colaboración”, explica.
Por su parte, Lucía Carreón, gerente de comunicación y marketing de Audi —vehículo oficial del Festival Internacional de Cine de Morelia—, aclara: “Buscamos gente, personalidades y equipos que representen los valores de la marca, que son deportividad, progresividad —el más importante para la firma, por ser el diferenciador con respecto a la competencia— y sofisticación”.
Por Pamela Escamilla
*Más detalles de este artículo en la edición de MARZO de Merca2.0