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Joel Gomez

Se avecina tormenta legal por nuevos nombres de dominio

Toda la navegación en internet supone un mundo infinito de interconexiones basadas en protocolos de comunicación. Los sitios o páginas web están hospedados en servidores que al conectarse a la red tienen una “dirección de protocolo de internet” (dirección IP).

De igual manera, todos los dispositivos que se conectan a internet (computadoras, teléfonos, tabletas) adquieren una dirección IP. Una dirección IP es una etiqueta numérica que identifica a una interfaz (elemento de comunicación/conexión) de un dispositivo dentro de una red que utilice dicho protocolo.

Las páginas o sitios web difícilmente podrían ser encontrados si no tuvieran “una dirección” donde localizarse. Todas ellas tienen una “dirección IP”, que al estar formada por una secuencia de números, son naturalmente difíciles de recordar. Para facilitar la navegación en internet en los ochentas se creó el sistema de nombres de dominio.

Técnicamente un nombre de dominio es una secuencia de “etiquetas” separadas por puntos “.” Fueron creados para identificar un conjunto de equipos en la red, desempeñando una función técnica de traducción de nombres (de dominio) a números (direcciones IP) que fuera conveniente, amigable y fácil de recordar para los usuarios de Internet. Los nombres de dominio proveen un esquema de direccionamiento a las computadoras, sin la necesidad de recordar las direcciones de IP.

El sistema de nombres de dominio propició un desarrollo explosivo del Internet, dada la facilidad con la que podía ser localizado un recurso en Internet, como los famosos “sitios web”. Antes la gente tenía que memorizar o anotar direcciones de IP para navegar en Internet. Hoy basta memorizar un nombre (marca, producto, empresa) y agregar “un punto com” al final para encontrar fácilmente la información que buscamos.

En la práctica, los nombres de dominio sirven para identificar empresas, marcas, instituciones y personas en internet, por lo que frecuentemente se confunden con “marcas registradas” o derechos de propiedad intelectual. Si bien lo anterior es erróneo, lo cierto es que los nombres de dominio frecuentemente suelen tener colisiones con marcas registradas, reservas de derechos y otros derechos de propiedad intelectual.

La facilidad y rapidez con la que se puede registrar un nombre de dominio, aunado a lo económico que cuesta dicho registro (entre $10 y $40 dólares anuales), se convirtió en un problema masivo para los titulares de derechos de propiedad intelectual: el registro indiscriminado y abusivo de nombres de dominio, idénticos o similares en grado de confusión a marcas registradas u otros derechos de propiedad intelectual, normalmente con un ánimo de lucro o para obstaculizar la actividad comercial de un competidor.

Por instrucciones del Gobierno de los Estados Unidos, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), condujo entre julio de 1998 y abril de 1999 un extensa consulta (que más tarde se tradujo en un reporte) sobre nombres de dominio, y dentro de la misma existió un apartado sobre conflictos entre nombres de dominio y marcas registradas, y cómo resolverlos a través de un mecanismo privado de resolución de disputas, llamado por sus siglas en inglés: UDRP (Política Uniforme de Resolución de Disputas de Nombres de Dominio).

La Política UDRP aplica obligatoriamente para todos los dominios de primer nivel genéricos (Generic Top Level Domain, por sus siglas en inglés: gTLD). Un gTLD es el nombre de dominio de nivel superior de una dirección de Internet que se identifica genéricamente como asociado con alguna clase de dominio, tales como el .com (comercial), .net (proveedores de servicios de Internet), .org (para organizaciones no lucrativas), .gov (entidades del gobierno de EE.UU.), .mil (para entidades militares), .edu (para instituciones educativas); y .int (para organizaciones internacionales).

Los registradores de gTLD’s están obligados a adoptar la política UDRP en virtud de su relación jurídica con el ICANN, y quienes registran los nombres de dominio están obligados a usar la política UDRP (o LDRP en su caso) en virtud del contrato o términos y condiciones del servicio que reciben de parte de los registradores.

¿POR QUÉ SE AVECINA UNA TORMENTA DE PROBLEMAS LEGALES?

Durante los pasados 15 años que ha funcionado el sistema de nombres de dominio, hemos usado no más de 22 “terminaciones” (gTLD’s), entre las más comunes están el .com, .net, .org y .info. En este tiempo se han presentado poco más de 73 mil disputas sobre nombres de dominio, solamente ante los dos principales proveedores de solución de controversias de esta naturaleza: la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) y NAF (National Arbitration Forum).

En estos 15 años han existido “etapas” de registro y disponibilidad de nombres de dominio. En marzo de 1994 se crearon los primeros: .com, .edu, .gov, .int, .mil, .net, y .org. En noviembre del año 2000 se agregaron: .museum, .coop, .aero, biz, .info, .name, y .pro. En marzo de 2004 se abrieron: .asia, .cat, .jobs, .mobi, .post, .tel, .travel, y .xxx. En abril de 2012 ICANN anuncia que por primera vez en la historia iniciará una ronda abierta para postulaciones de nuevos nombres de dominio, para que cualquier interesado (que cumpliera con una extensa seria de requisitos) pudiera manifestar su interés por crear y administrar un nuevo nombre de dominio.

ICANN recibió un total de 1,930 solicitudes para crear nuevos nombres de dominio, de las cuales 304 ya fueron aprobadas y están funcionando en internet y 1,136 están en proceso de firma de contratos, por lo que no tardan en estar también disponibles en internet. Si en los últimos quince años 22 nombres de dominio de nivel superior (gTLD’s) dieron origen a más de 73 mil disputas entre titulares de los mismos y propietarios de marcas registradas, ¿se imagina cuántas disputas se pueden derivar de 1,440 o 1,930 nuevos nombres de dominio de nivel superior?

Cualquier cálculo que se le venga a la mente seguramente será conservador. Los titulares de marcas registradas tendrán que preocuparse por monitorear los nuevos nombres de dominio para evitar que se den registros abusivos que entren en conflicto con sus signos distintivos. Imagine un pequeño hotel que no pudo registrar su nombre bajo un dominio “.com” porque una cadena hotelera internacional ya lo tiene registrado, ahora podrá buscar registrar su nombre bajo “.hotel”. De igual manera, pronto estarán disponibles nombres de dominio genéricos muy atractivos, como .autos, .bar, .club, .company, .digital, .juegos, .lawyer, .marketing, .moda, .services, .software, .viajes, entre muchos otros.

No hay marcha atrás en este programa de creación de nuevos gTLD’s, así que lo único que nos queda hacer como abogados es recomendar a nuestros clientes que fortalezcan la protección de sus marcas en el entorno digital, para evitar en la medida de lo posible que terceros saquen provecho de sus signos distintivos en el ciberespacio.

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