Este día será un respiro para todos los mexicanos que hemos sido saturados constantemente con mensajes de candidatos y partidos políticos. La tregua electoral nos permitirá un descanso, aunque sea momentáneo, del constante choque entre bandos y el golpeteo incesante que caracteriza a estas campañas.
Pero, ¿qué pasa con la publicidad en general? ¿Es posible que también nos sintamos abrumados por ella? La respuesta es sí. Aprovecho el impulso para hablar sobre lo que a todos nos choca de la publicidad.
10 cosas que todo el mundo odia de la publicidad
- Interrupciones constantes. Ya sea en videos de YouTube, podcasts o programas de televisión, la publicidad tiende a interrumpir justo en el momento más inoportuno, arruinando la experiencia del usuario.
- Repetición excesiva. ¿Cuántas veces has visto el mismo anuncio una y otra vez en un solo día? La repetición constante no sólo es molesta, también puede causar rechazo hacia la marca.
- Publicidad invasiva. Los anuncios que aparecen de repente, ocupando toda la pantalla de tu dispositivo móvil o computadora, son particularmente irritantes y a menudo difíciles de cerrar.
- Falsas promesas. Muchos anuncios prometen resultados milagrosos que rara vez se cumplen, lo que genera desconfianza y frustración en los consumidores.
- Tácticas de miedo. Algunos anuncios utilizan tácticas de miedo para persuadir a los consumidores, lo que puede ser tanto desagradable como poco ético.
- Publicidad engañosa. Anuncios que utilizan información ambigua o exagerada para atraer a los consumidores pueden llevar a la decepción y la pérdida de credibilidad de la marca.
- Anuncios largos. En la era de la gratificación instantánea, pocos tienen la paciencia para ver anuncios largos y detallados. La duración excesiva puede hacer que el mensaje se pierda por completo.
- Contenido irrelevante. Anuncios que no están dirigidos correctamente a su audiencia pueden resultar molestos e ineficaces.
- Exceso de personalización. Si bien la personalización puede ser efectiva, cuando se lleva al extremo puede resultar inquietante para los consumidores, quienes sienten que su privacidad está siendo invadida.
- Sobrecarga sensorial. Anuncios con demasiados elementos visuales o auditivos pueden resultar abrumadores y poco atractivos para el espectador.
A medida que terminan las campañas políticas, tenemos un breve momento para reflexionar sobre cómo la publicidad en general puede ser igualmente molesta. Es crucial que los publicistas encuentren un equilibrio entre captar la atención y respetar la experiencia del usuario.
Al final del día, la publicidad efectiva es aquella que se integra de manera armoniosa en la vida del consumidor sin convertirse en una carga. Nosotros como marketeros tenemos que aprender y animarnos a ejecutar mejores tácticas.
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Arturo Ortiz, CEO Birth Group
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