La telenovela provocada por el racismo de la actriz Roseanne Barr no ha terminado y ahora hasta hay marcas involucradas.
Ayer, The Walt Disney Company y su canal de televisión ABC cancelaron el programa Roseanne, que semanas atrás regresó con gran éxito después de más de veinte años de ausencia.
Roseanne era protagonizada por la comediante Roseanne Barr y en la nueva temporada se dio un mensaje abiertamente en favor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus políticas.
El show se convirtió en un éxito inmediato y en promedio tuvo 18 millones de televidentes por episodio, de acuerdo con datos de Variety. El presidente Trump llamó a Barr para felicitarla y por dar voz a sus simpatizantes.
No es un secreto que la presidencia de Trump ha dado voz a grupos racistas y discriminatorios. Ahora, gracias al ejemplo del mandatario, muchas personas blancas ya no tienen miedo de atacar a miembros de otras razas.
Roseanne Barr, al igual que Trump, usa la red social Twitter para discutir sobre temas políticos y ayer publicó un tweet diciendo que Valerie Jarrett, quien fue consejera de Barack Obama, era el resultado de la suma de “la hermandad musulmana” y “el Planeta de los simios”.
Entre los supremacistas blancos y los neonazis es común comparar a las personas de raza negra con otros primates. El asunto encendió los focos rojos en Disney y de inmediato se canceló la serie que ya tenía aprobada una segunda temporada.
Roseanne ofreció disculpas y la noche del martes dijo en la red social que cuando hizo el comentario racista eran las 2 de la mañana y estaba haciendo “ambien tweeting”, culpando al medicamento de su comportamiento.
Ambien es el nombre comercial del zolpidem, un sedante que se receta a personas que tienen problemas para dormir.
Pero el pretexto no le pareció correcto a Sanofi, farmacéutica fabricante de Ambien y la mañana de este miércoles publicó un mensaje en Twitter que dice:
“Personas de todas las razas, religiones y nacionalidades trabajan en Sanofi todos los días para mejorar la vida de la gente alrededor de todo el mundo. Mientras todos los tratamientos farmacéuticos tienen efectos secundarios, el racismo no es un efecto secundario de ninguna medicina de Sanofi”.
People of all races, religions and nationalities work at Sanofi every day to improve the lives of people around the world. While all pharmaceutical treatments have side effects, racism is not a known side effect of any Sanofi medication.
— Sanofi US (@SanofiUS) May 30, 2018