Europa.- Los rivales de negocios Apple y Samsung parecen haber fumado la pipa de la paz, al menos por un tiempo y en el continente europeo, para evitarse más idas a los tribunales durante un lapso de cinco años, durante el cual la empresa surcoreana se compromete a no interponer ninguna demanda judicial de medidas cautelares para evitar la comercialización de productos basándose en sus patentes esenciales de tecnologías presentes en smartphones y tablets.
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El pacto ha sido aceptado por la Comisión Europea (CE) esta semana, tras aceptar de Samsung las concesiones que ponen fin a la lucha con Apple, con el consiguiente archivo del caso, sin multa, por abuso de posición dominante.
Tal como señaló Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia de la CE, “Es esencial que la propiedad intelectual no sea objeto de abusos en detrimento de una competencia sana y de los consumidores. En este contexto, celebro el compromiso de Samsung de resolver los conflictos sobre patentes esenciales sin recurrir a demandas judiciales de forma que puede perjudicar a la competencia”.
La empresa surcoreana ha aceptado abrir un marco de cinco años para no demandar a otras empresas, siempre y cuando acepten el nuevo marco de concesión de licencias. Para cumplir con dicha concesión, se prevé un lapso de 12 meses con la finalidad de llegar a un acuerdo, que de no lograrse, deberá; ser sometido al fallo judicial o a un proceso de arbitraje.
Si Samsun incumple su compromiso que es Europa es jurídicamente vinculante, la CE ha determinado que Samsung puede ser sancionado hasta con un 10 por ciento de su volumen de negocios.
Esta resolución llega después de que Bruselas decidiera a principio de 2012, investigar a la surcoreana por sospechas de abuso de sus patentes esenciales para distorsionar la competencia dentro del mercado europeo, toda vez que en 2011 Samsung solicitó medidas cautelares en varios países de la Unión Europea para que fuesen paralizadas las ventas de los dispositivos de varios competidores, acusándoles de violar patentes esenciales dentro de los reglamentos de telefonía móvil europea.