Se espera que Samsung anuncie este martes 23 de noviembre la construcción de una nueva planta que fabricará chips en Texas, Estados Unidos.
Se calcula que costará alrededor de 17 mil millones de dólares y podría crear cerca de 1.900 puestos de trabajo en toda la región, según adelanta The Wall Street Journal.
Se ubicaría en la ciudad de Taylor, cerca de Austin, donde Samsung ya tiene una planta.
De acuerdo con el mismo medio, se calcula que los primeros chips de alta tecnología comiencen a salir de la nueva planta en 2024.
El proyecto es una produndización de la estrategia de Samsung de avanzar en la producción de chips.
Con el tiempo, se espera que Samsung use la instalación para producir, además, procesadores, tanto para uso propio como para venderle a otras marcas.
Taylor le dará a Samsung incentivos económicos para ubicar su planta allí. En concreto, exenciones de impuestos a la propiedad de más del 90 por ciento durante los primeros diez años, según WSJ.
Aunque Samsung es el mayor jugador en la fabricación de chips de memoria, la idea es utilizar la planta de Taylor para hacer chips avanzados, los que escasean por estos meses en todo el mundo y que han generado una verdadera crisis.
La compañía se negó a comentar sobre el informe de WSJ y dijo que “aún no se ha tomado una decisión final con respecto a la ubicación”.
La estrategia de marketing en la que Samsung no está sola
La expansión se produce cuando la escasez mundial de semiconductores continúa causando problemas importantes, desde a las marcas de consolas de videojuegos como a los fabricantes de automóviles.
Es una situación que es poco probable que disminuya hasta al menos 2023, según el CEO de Intel, Pat Gelsinger.
Al igual que otros gobiernos, como el japonés y el alemán, la administración de Joe Biden está tratando de impulsar la producción de chips en su país con la idea de reducir el riesgo a la interrupción de la cadena de suministro.
El Senado aprobó 52 mil millones de dólares en subsidios para nuevas plantas de fabricación de estos dispositivos, aunque la “Ley de Chips” aún no ha sido aprobada en la Cámara de Representantes.
La industria de fabricación de chips tiene planificados aumentos de capacidad de producción, pero no en el corto plazo.
TSMC, el mayor fabricante del mundo, iniciará una nueva fábrica de chips que demandará 7 mil millones de dólares en Japón junto con Sony, pero no comenzará la producción hasta finales de 2024, el mismo año que la nueva planta de TSMC en Arizona (12 mil millones de dólares).
La compañía de Taiwán ya ha dicho que planea invertir más de 100 mil millones de dólares en nuevas fábricas de chips durante los próximos tres años.
Intel, en tanto, planea gastar una cantidad similar durante la próxima década en inversiones en Estados Unidos y Europa.