La pandemia lo ha afectado todo. Ha provocado angustia y dolor al seno de nuestras familias. Modificó la economía, nuestra rutina, la forma en que trabajamos y la manera en la que nos relacionamos unos con otros. El Covid 19 hasta el día de ayer había arrancado la vida a más de 1.6 millones de personas a nivel mundial, 114 mil de ellos, habitantes de México.
La afectación también alcanzó al deporte, una actividad recreativa, de salud y por supuesto, una actividad económica con un mercado realmente grande en la que están integrados todos los espectadores que asisten a la realización de algún evento de esta índole.
La modificación se ha dado en los hábitos para practicar deportes y en la agenda de eventos. El deporte es un producto de entretenimiento para diversos públicos que se han visto privados de asistir a diferentes espacios.
Vayamos poco a poco. Hemos tenido que modificar la forma en que nos ejercitamos, tanto para procurar nuestra salud y esparcimiento, como para la práctica amateur y profesional de cualquier disciplina, evitando los deportes de contacto, los que por sus propias características no permiten garantizar la sana distancia y prácticamente todos aquellos que se realizan en espacios cerrados; para la práctica deportiva al aire libre, hemos tenido que utilizar siempre un cubrebocas y garantizar la sana distancia entre deportistas.
Los eventos deportivos que a su vez congregan gran número de espectadores han tenido que ser cancelados, reagendadoso en su caso, transmitidos a través de algún medio de comunicación digital o tradicional, con todas las repercusiones sociales, deportivas y económicas que esto puede traer consigo.
Entre ellos se encuentran los Juegos Olímpicos de Tokio que estaban previstos para realizarse en este año que concluye, siendo reagendados para el mes de julio del 2021; prácticamente todas las ligas de futbol soccer del mundo modificaron también sus protocolos y calendarios. En cuanto al tenis profesional, fueron más de 800 los eventos que se vieron modificados. Las funciones de box han vivido sus peores momentos, realizándose, cuando es posible, sin público presente.
Los grandes maratones que se realizan en diversos países fueron cancelados o modificados, algunos de ellos limitando la participación solamente a los atletas de categorías elite, tal es el caso de los maratones de Tokio y Londres; los demás, como Boston, Amsterdam, Paris, Chicago, Berlín y Nueva York, entre muchos otros, tuvieron que ser reagendados y cancelados.
La Formula Uno no fue la excepción, modificando su agenda, cancelando algunos circuitos y evitando la asistencia de espectadores. A estas disciplinas se debe añadir un largo etcétera, compuesto por el basquetbol, el rugby, el golf, el ciclismo, el béisbol, el hockey y muchos otros eventos deportivos más.
Las afectaciones económicas resultan incalculables, las sociales también lo son. Algunos estudios muestran que, son los Juegos Olímpicos, seguidos de los deportes que se practican en los Estados Unidos, integrados el futbol americano y el béisbol, los que mayores pérdidas representaron, tanto para sus ligas, como para los demás actores que participan de su mercado.
El Covid 19 revolucionó al mundo, incluida la forma en que practicamos deporte y consumimos eventos deportivos. A cuidarnos, que la emergencia no ha pasado.