En nueve de cada 10 casos las reclamaciones de seguros son viables, pero el desconocimiento sobre este proceso y de las obligaciones de los usuarios generan que no se pague, según mostró un reciente informe.
Los casos derivados de los sismos de septiembre pasado hay personas que todavía no reciben su indemnización porque no han hecho el proceso de reclamación completo y en algunos casos todavía no se hacen los peritajes correspondientes, lo cual podría generar descontentos.
“Va a dejar mal sabor de boca por los desconocimientos en los procesos de reclamación, no porque las aseguradoras no paguen”, indicó el director general de Gallbo, Manuel Humberto Gallardo Inzuza.
El directivo del despacho de abogados especializado en la reclamación de seguros afirmó que contrario a lo que cree la población, las aseguradoras sí pagan los siniestros, el problema se presenta cuando no hay una póliza o contrato bien diseñado y no cubre las necesidades del cliente.
“Si no tenemos un buen diseño de una póliza es muy probable que esa herramienta sea deficiente al momento de una reclamación y no nos facilite ni agilice una indemnización en los términos que necesitamos, por eso, cuando tienen una póliza es muy importante saber si les va a cubrir sus necesidades de aseguramiento”, dijo.
Precisó que al elegir una póliza de manera correcta se deben considerar por lo menos cinco aspectos: saber qué se va asegurar, ubicación del bien asegurado, determinar contra qué se va asegurar (sismo, huracán, robo), el monto por el que se protegerá y las cláusulas específicas.
Entre los motivos por los que no se obtiene el pago del seguro o se tiene una indemnización menor a la esperada se debe a que hubo un aseguramiento incorrecto, porque el valor contratado es menor a los requerimientos del usuario, problema que se presenta mayormente en casa habitación o empresas, dijo.
El directivo agregó que otro motivo para que la aseguradora no pague es porque el usuario no brinda la información correcta o exacta al momento de contratar un seguro, como en el caso de enfermedades que se omiten para un seguro de gastos médicos mayores.
Un factor para recibir una cantidad menor es la depreciación de los bienes por el paso del tiempo o el uso, y por último, no cumplir con las obligaciones que tiene el usuario.
Ejemplificó que en ocasiones una empresa declara que en su negocio cuenta con hidrantes, vigilante las 24 horas, alarma contra incendios, entre otros, pero si al momento de un siniestro no tiene nada de lo que declaró, entonces la aseguradora no pagará.
Gallardo Inzuza reconoció que es difícil conocer todas las cláusulas y obligaciones de un seguro porque aunque se lean, en ocasiones se hacen interpretaciones incorrectas que llevan a un mal cumplimiento o a tener errores en el proceso de reclamación.
Por ello, consideró necesario el acompañamiento de expertos en materia de reclamación para apoyar estos procesos y precisó que una reclamación contempla cuatro etapas: identificación del daño, cuantificación, reclamo y ajuste.
El especialista destacó la importancia de evitar llegar a un juicio para exigir la indemnización porque pueden tardar hasta cinco o siete años, mientras que con el acompañamiento de expertos puede haber una reclamación del seguro en un plazo de cinco a siete meses.