Santiago, Chile.- Muchos años han pasado desde que Sigmund Freud publicara su análisis psicoanalítico de la personalidad del ser humano. Para él, ella está dividida en instinto, ego y súper-ego, estructuras que tienen funciones bien definidas: el instinto no tiene contacto con la realidad y es absolutamente inconsciente, el ego es el encargado de razonar, mientras que el súper ego es el que administra lo que llamamos moral o consciencia. Según diversas investigaciones, las nuevas tecnologías han alterado profundamente esas funciones y por tanto las actitudes y formas en que se relacionan las personas, foco principal del marketing y la publicidad.
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De acuerdo a las investigadoras de la Universidad e Visayas, Charita B. Lasala y Regina Galigao, en su ensayo “El Impacto de las redes sociales, una teoría psicológica”, la actividad social de las personas con el mundo real está absolutamente alterada por las redes sociales y las estructuras de la personalidad definidas por Freud en 1923 quedan obsoletas ya que en un mundo virtual, las normas de la sociedad ya no son reguladas por el súper ego, sino que el instinto prevalece en muchos casos y los límites entre una función y la otra se acortan hasta volverse indistinguibles, provocando un cambio sociológico digno de ser analizado más allá de esta nota. En todo caso, el resultado es más positivo que negativo.
Algunas conclusiones de la investigación importantes de señalar son:
- Las herramientas sociales digitales pueden ser de gran utilidad para individuos que tienen problemas de bienestar psicológico. Muchas de las personas que se sienten intimidadas por las relaciones reales, optan por el mundo virtual como una forma de comunicación efectiva, dentro de su propio sistema, haciéndolas socialmente más adecuadas.
- La utilización de redes sociales permite a las personas mantener el contacto con quienes, de otra forma no podrían continuar una relación por distancia o tiempo.
- Las redes sociales son una fuente de información virtual para la vida real, lo que muchas veces suele ser un aporte para quienes no saben cómo llegar a un espacio que les provoque cierta felicidad.
- En redes sociales, la dinámica de relaciones funciona casi exactamente igual que en el mundo real, pero da la oportunidad de dibujar un personaje diferente al que somos, ya sea como defensa o como práctica para la vida. Esto puede ser altamente positivo si es un juego, no así, si existe una cierta disfuncionalidad en el usuario.
- Las interacciones virtuales no cambian necesariamente tu mundo real y a pesar de que siempre hablamos de nuestra imagen en redes sociales, la verdad es que esa imagen permanece en la red, pero no significa que en el “cara a cara”, la otra persona te perciba a través de ese lente.
- Finalmente, las redes sociales constituyen la suma de los recursos, virtuales y reales.
¿Cómo afectan estos cambios en las personas, a la industria? Te dejo la inquietud.