En esta era digital, casi todas las interacción en línea, desde descargar una aplicación hasta abrir una cuenta en una red social, requieren que aceptemos los términos y condiciones. A menudo, lo hacemos sin pensar realmente lo que estamos aceptando, apurados por acceder al servicio que estamos a punto de utilizar. Hacer esto puede tener consecuencias significativas.

De acuerdo a un estudio de NUUBB con datos de la OCU, revelan que el 88% de los usuarios acepta los términos y condiciones en páginas y servicios en internet, sin leerlos.

Los términos y condiciones no son más que contratos entre el usuario y el proveedor del servicio, donde se establecen las reglas bajo las cuales dicho servicio se debe dar o aplicar. Aunque pueden parecer tediosos y están llenos de términos legales desconocidos, contienen información crucial sobre cómo la empresa maneja los datos personales, qué derechos cedes al usar sus plataformas, y qué puedes esperar en cuestiones de privacidad y propiedad de contenido.

¿Entregarías a tu hijo por no leer las cláusulas?

Para demostrar que la gente no lee los términos y condiciones, la firma finlandesa F-Secure realizó un interesante experimento en Londres. Para conectarse a la red WIFI de una cafetería, la firma agregó un documento de términos y condiciones para poder acceder gratis a la red. Lo interesante es que dentro del documento había lo que le llamaron “Cláusula de Herodes”. En dicha cláusula se establecía que al aceptar, el usuario entregaría a su primogénito al dueño del lugar. Obviamente después del proceso se le aclaraba a los que aceptaron que en realidad no tendrían que entregar a ningún hijo.

Este ejemplo sirve perfecto para darnos cuenta que podríamos estar aceptando algo que puede ir completamente contra nuestras creencias, incluso nuestra integridad.

Existen algunos riesgos que puede haber por no leer lo que nos plantean en los TyC.

Algunos servicios requieren que aceptes compartir información personal, como tu ubicación, hábitos de navegación y datos demográficos. Empresas como Google y Facebook utilizan esta información para personalizar los anuncios y optimizar sus servicios, pero también puede ser vendida a terceros.

Los juegos en Facebook donde nos dan algo a cambio de autorizar su uso es el mejor ejemplo. ¿Quién fuiste en otra vida?, ¿Qué animal serías?, ¿mensajes del universo?, etc.

Incluso después de eliminar tu cuenta o contenido de una plataforma, este puede permanecer en sus servidores durante un período extendido. Esto significa que fotos, videos o mensajes que pensabas borrados, pueden seguir siendo accesibles o utilizables bajo ciertas condiciones. Esto puede venir descrito en los TyC.

Las empresas pueden modificar sus términos y condiciones sin notificar de manera explícita a los usuarios, simplemente publicando una nueva versión en su sitio web. Esto puede incluir cambios significativos sobre cómo se utilizan o se comparten tus datos.

Mediante sistemas inteligencia artificial, podemos usarlos para que lean, revisen y analicen por nosotros los términos y condiciones de cualquier plataforma. Incluso pueden darnos alguna señal de atención para algo pueda vulnerarnos.

A continuación incluyo el Prompt necesario para utilizarlo en Chat GPT, Gemini o Perplexity

Con cualquiera de las 3 herramientas abierta, simplemente cargamos este prompt, seguido del documento de los TyC. Para cargar el archivo pdf se requiere Gemini o Perplexity, o la versión de paga de ChatGPT.

Actúa como un experto en creación y revisión de documentos de términos y condiciones para plataformas y servicios en internet.

A continuación, lee y analiza el siguiente documento de términos y condiciones y dame primero un resumen de los más importante.

Posteriormente dime de forma clara cuales son los puntos que debo observar como usuario.

Si alguna parte del documento puede representar un riesgo en algún sentido para mi como usuario, indícalo de forma clara, explicando en que consiste el riesgo.

Éste es un uso práctico para las herramientas de inteligencia artificial, donde podemos optimizar tiempo y sacar un beneficio claro. Ahora, si no hay pretexto para no leer los términos y condiciones en cualquier lugar de Internet.

Aceptar los términos y condiciones sin leerlos es como firmar un contrato sin saber qué estás acordando. En un mundo donde nuestros datos son tan valiosos como el dinero, ser conscientes de cómo y dónde se utilizan es fundamental. Tomarse el tiempo para entender los acuerdos a los que nos vinculamos puede ahorrarnos problemas futuros y proteger nuestra privacidad e integridad en línea.