Estados Unidos.- No cabe duda que el éxito juega un papel fundamental dentro del pensamiento de las marcas a la hora de escoger a sus embajadores de marca, lo anterior es especialmente evidente dentro del mundo de los deportes, donde un atleta pasa del anonimato al estrellato en instantes, pasando de ganar un ‘modesto salario’ a los contratos multimillonarios.
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Un claro ejemplo de lo anterior es el quarterback de los Seahawks de Seattle Russell Wilson, quien pese a haber sido elegido en la tercera ronda del Draft de la NFL hace tres años, poco a poco ha demostrado un mejor desempeño que otros pasadores más mediáticos de su misma generación como Andrew Luck y Robert Griffin III, situación que se ha visto reflejada en las marcas que le auspician.
Contrario a muchos jugadores que llegan al Draft como grandes súper estrellas (como el caso de Johnny Manziel actualmente) y aseguran decenas de patrocinios antes de tocar su primer ovoide como profesionales, Wilson firmó a su primer sponsor hasta después de ser nombrado como quarterback titular de los Seahawks, siendo Levi’s la primera marca que decidió arriesgarse con el pasador.
Posteriormente, a medida que Wilson ha demostrado su valía muchas otras marcas le han sumado dentro de su roster de embajadores de marca, entre ellas EA Sports, Nike, Alaska Airlines, Microsoft, Duracell, American Family Insurance, Larson Automotive Group y, a partir de este viernes, Braun, quien se convertirá en la rasuradora oficial de la NFL a partir de la próxima campaña.
De este modo Russell Wilson demuestra de una manera bastante clara el impacto que puede tener en la imagen publicitaria de un jugador el tener buenas actuaciones dentro del terreno de juego.