En el momento en el que Ford le entregó un brief abierto al artista visual germano-brasileño, Rafaël Rozendaal, para elaborar una pieza de arte alrededor del Fiesta, el creador imaginó un vehículo convertido en una entidad de colores animados, justo como el mismo piensa que los carros podrían ser presentados en el futuro.

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La idea, cuyo nombre es The 24 hour Fiesta project, comienza con la creación de un carro totalmente blanco que después se transforma en una pieza en movimiento, gracias a varias animaciones coloridas, creadas por computadora.

Luego, Rozendaal crea una superficie reflejante con espejos rotos en el suelo, con la meta de proporcionarle a la pieza un sentido orgánico y aleatorio, como para contrastar con la parte geométrica del ensayo.

Esta actividad es un ejercicio que la firma armadora estadounidense ha llevado a cabo para la promoción de su modelo en el mercado Europeo.