La experiencia de compra dentro del comercio electrónico se ha convertido en un complejo proceso en el que intervienen datos, tecnología y experiencias.
Frente a estos parámetros que han dictado tendencias, herramientas y nuevos perfiles profesionales (RP2.0 o narradores de datos), hemos encontrado que existe una amplia oportunidad de parte de las marcas y se abre un espacio para los consumidores, de encontrar nuevas formas de participar en el mercado, desde procesos de compra influenciados por lo digital y formas de tomar respuestas ante momentos o incidentes cada vez más acelerados.
Ahora con la capacidad de tener acceso a videos de YouTube desde el smartphone, el consumidor tiene la oportunidad de tomar decisiones de compra cuando se encuentra en un punto de venta, al consultar contenidos como review de un producto por parte de una youtuber.
Otras posibilidades que encuentra el consumidor es cuando descubre a las marcas desde plataformas de comercio electrónico, donde la experiencia marca la pauta.
Amazon ha logrado marcar una pauta muy importante al respecto. Desde un programa llamado Amazon Prime, por el que se omiten los costos de envío de un producto, hasta botones de compra que solo necesitan presionarse para que la plataforma sepa que el producto de esa marca registrada en el botón se agotó en la alacena del consumidor.
Frente a estos nuevos escenarios, las compañías realizan inversiones cada vez más fuertes en desarrollos que abonen en omnicanalidad, experiencias showrooming, webrooming o aprovechen al máximo la capacidad de las redes sociales.
Ejemplo de esto lo podemos ver con modelos de negocio como el retail y la capacidad que ha encontrado en los sitios web, de generar acciones que motiven compras con productos que de inmediato muestran el peso en la moneda nacional del país donde son buscados o con herramientas como el tracking del envío de ese producto desde el punto de venta al punto de entrega.