El bloqueo creativo es uno de los más temidos padecimientos de todas las personas que en algún punto de su trabajo dependen de su capacidad para la innovación, y va de ingenieros a publicistas, mercadotécnicos, escritores y hasta artistas, de modo que para combatirlo, se deben conocer sus causas y saber con qué técnicas se cuenta para combatirlo.

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Un bloqueo ocurre cuando se inhibe el flujo mental de nuevas ideas que pueden ser la solución sobre un determinado reto. Sus causas son muchas, pero las más comunes tienen que ver con simple agotamiento, racionalizar en extremo, contar con demasiada o muy poca información, no tener una buena definición del problema o de los objetivos que se persiguen, miedo al fracaso o al ridículo, así como franco desinterés por el asunto en cuestión, entre muchas otras circunstancias que pasan de lo cognitivo, a lo emocional y hasta lo cultural.

Todos los creadores del mundo en algún punto de su vida han pasado por periodos de obstrucción de las ideas y parece que el establecimiento de modelos mentales rígidos son los que en mayor parte de las ocasiones son las causantes del endurecimiento del “músculo innovador”.

Es por eso que para ser más ágil en términos de creatividad, se sugiere poner en revisión justamente esos patrones mentales para ganar flexibilidad y facilitar el curso de las ideas. Es decir, muchos se cierran mentalmente cuando algo no concuerda con su forma de pensar y por lo común este es uno de los primeras causas de bloqueo.

Todo un compendio de modelos mentales rígidos puede salir de grandes empresas que se han negado a la posible evolución de sus negocios por cimentarse con dureza a sus modelos y que debido a una innovación que pudo estar en sus manos, fueron relegados a un segundo plano, como recientemente ocurrió a Blockbuster, que dejó pasar la oferta que durante alguna época le hiciera Netflix para su venta. La soberbia también puede ser un inhibidor de las buenas ideas.

De esta manera, es recomendable actuar respecto de los siguientes puntos en función de los modelos mentales, los cuales influyen en el flujo de las ideas:

1. Flexibilidad vs. rigidez

Todo lo que las personas saben en la actualidad es lo que forma los modelos mentales de cada uno y es con los que se cuenta en la actualidad.

Esos modelos son los que influyen en la forma en la que se percibe y se evalúa el mundo, pero la buena noticia es que estos son modificables y resulta benéfico siempre cuestionar de manera continua los paradigmas y las fórmulas que en algún punto dieron resultado.

De seguro a muchos se les vino a la cabeza la famosa frase de Bill Bernbach, sin embargo, hay que considerar que la verdadera fuerza de las especies radica en su capacidad para adaptarse al cambio.

2. No marearse en un ladrillo

Los modelos mentales no son malos, simplemente están ahí porque siempre han estado y son simplificaciones de lo que en algún punto ha dado resultado, así que resulta común que una vez alcanzado un éxito se genere una suerte de resistencia al cambio y se pretenda usar para siempre como un patrón, a pesar de que las cosas evolucionan frente a nuestros ojos.

Por lo anterior, es recomendable tener de vez en vez un poco de humildad y no asirse a frases clásicas como “¿qué me puede enseñar este novato si yo tengo 15 años en este negocio?”. Este es uno de los peores venenos.

3. Una visión externa

Resulta muy saludable hacerse de una visión externa, fresca y no contaminada. Es decir, hablar con gente que no ha estado muy involucrada en la problemática (uno de los tantos sustentos del outsourcing) y que puede ser enriquecedor para sacarnos del bloqueo.

Y si no existe el deseo de abrirse a terceros por temor a revelar datos comprometedores, entonces puede uno acercase a las opiniones de los colaboradores más cercanos dentro de la misma empresa, a quienes se les puede solicitar una opinión sincera.

Así, el pensamiento para la innovación es un ejercicio que por lo común se desarrolla en el fuero interno y una de las maneras más sencillas para romper con un bloqueo se relaciona con la forma en la que una idea se puede asociar.

De este modo, las distintas formas para la asociación de las ideas combina el uso de la imaginación y la memoria de la siguiente manera:

1. Cercanía. Como cuando una imagen está cercana a la otra, del mismo modo en el que el cielo refiere a una nube, o el bosque recuerda a un oso y por eso en los supermercados ponen bolsas de café cercanas al pan dulce.

2. Similitud. Cuando responde a categorías o géneros similares, por ejemplo, perro y lobo, o avioneta y helicóptero.

3. Consecución. Ocurre en el momento en el que una cosa o evento sucede a lo otro, como lluvia produce charcos o miedo genera llanto.

4. Contrarios. Es el más sencillo de entender, ya que se trata simplemente de los opuestos para la generación de una idea, como la luz a la oscuridad o del rojo al azul.

Como sea, teniendo en cuenta lo anterior, resulta posible remover a una mente endurecida, aunque también, una de las mejores recomendaciones para romper con un bloqueo creativo tiene que ver con salirse de la rutina de todos los días y mirar las cosas desde otra perspectiva, ya sea caminar por donde nunca se ha andado, o realizar una reunión con un amigo que tenemos mucho tiempo de no ver.