De acuerdo con el Índice de Precios al Productor para el mercado nacional del Inegi, en el acumulado a noviembre de 2016, el costo de los juguetes de plástico creció 8.32 por ciento, por ello, las compañías deben apostar por novedades para conservar a sus consumidores.
La industria de los juguetes es tan concurrida que ofertar una diferenciación al consumidor, es importante. Por ello marcas como Lego están incursionando en la tecnología mezclada con los productos que el cliente ha colocado como clásicos.
Recientemente lanzó un programa de código abierto, gratuito, y disponible para Windows y Mac, que permite diseñar y construir con piezas virtuales.
Lo novedoso, es que el programa está integrado con BrickLink, una tienda online que ofrece al consumidor la opción de pedir piezas reales, verificar si existe un color para una determinada parte, o ver el precio de cada pieza y conocer el precio total del diseño.
Aunado a esto, la marca destacó en el CES 2017 por presentar su propia propuesta en robótica. Por increíble que parezca, Lego Boost es un conjunto de motores y ladrillos programables que pueden funcionar con los kits Lego existentes para convertirlos en juguetes motorizados o sensibles al movimiento.
Incluso, los niños pueden grabar voz en ellos, lo que los hace aún más interactivos y una app de iOS y Android manejará sus funciones, lo que los pone a competir con Jimu, de Ubtech, y Cozmo.
Este modelo costará 160 dólares y llegará en la segunda mitad de 2017, por lo que no será un producto estrella este Día de Reyes Magos.