La lujosa mansión de Robbie Williams, uno de los músicos británicos más populares de la década de los 2000’s, está en venta, pero hay algo que ha hecho que los compradores estén huyendo.
El año 2000 arrancó como una de las más grandes promesas para la población a nivel mundial; se hablaba de una nueva era con la llegada del nuevo milenio, un momento para dejar atrás todas las contradicciones del siglo pasado.
La música, en ese sentido, dio un giro radical y la mezcla de sonidos en una misma canción se convirtió en una tendencia que habría de marcar a los cantantes y grupos que llegarían con el paso de los años; y es que, de alguna manera, el nuevo milenio trataba de ser más abiertos.
Luego de separarse de aquella boyband exitosa llamada Take That, Robbie Williams, quien ya había empezado su carrera solista en 1997, con su álbum Live Thru Lens, alcanzó la fama mundial justamente en el año 2000 con su disco Sing When Your Winning, pero específicamente con un sencillo: “Rock DJ”.
El cuarto track de los 12 que incluye el tercer álbum solista de Robbie Williams fue el que lo llevó a la cima y, al día de hoy, el video cuenta con 98 millones de reproducciones en YouTube, plataforma en la que el músico británico suma más de un millón de suscriptores.
La historia es, probablemente, por todos conocida; Robbie Williams es, en la actualidad, uno de los músicos más populares de esta era y, sin duda, uno de los personajes que más han llamado la atención en la industria en general.
Ahora, el originario del condado de Staffordshire, Reino Unido, ha vuelto a generar ruido en la red, debido a su decisión de poner en venta su lujosa casa Compton Basset House, la cual adquirió por la cantidad de 10 millones de dólares.
Cabe destacar que Compton Basset House cuenta con siete enormes habitaciones, además de una piscina dentro de la casa como si se tratara de una sala, un enorme jardín y hasta un helipuerto.
Por si esto fuera poco, el lujoso hogar de Robbie Williams tiene una cancha de fútbol y otras más de tenis, así como un gimnasio y un enorme cine familiar.
Ahora bien, pese a todas estas bondades, la casa, donde el músico pasaba los fines de semana con su esposa, se puso en venta desde septiembre del año pasado por una razón muy sencilla, pero que ha hecho que los compradores se lo piensen dos veces antes de adquirirla.
Y es que, de acuerdo con lo que se ha informado en algunos medios, la mansión está embrujada, a tal grado de que tanto Robbie Williams y su familia han experimentado sucesos paranormales durante su estancia.
Se dice Theodora, una de sus hijas, experimentó una serie de sustos cuando se encontraba sola en su habitación; incluso, el propio ex Take That aseguró que, en alguna ocasión, dentro de Compton Bassett House, vio el fantasma de su antigua mascota, un perro de raza pequeña conocida como terrier Trixie.
Por este motivo, el cantante decidió poner en venta la mansión con un valor de 9 millones de dólares, un millón menos de lo que originalmente pagó, y se dice que ya está en busca de otra casa en Suiza.
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