Luego que en la noche del miércoles se diera a conocer que Jack Conger y Gunnar Bentz, miembros del equipo olímpico de natación de Estados Unidos fueron bajados de un avión y detenidos para rendir declaración sobre un presunto robo, las autoridades de Brasil continuaron las investigaciones para deslindar responsabilidades.
Fuentes de la policía citadas por medios brasileños señalan que los nadadores involucrados inventaron la historia del robo para evitar que se diera a conocer un altercado en una estación de gasolina en la que los atletas dañaron la puerta de un baño
El incidente provocó que los empleados exigieran a los estadounidenses a pagar por los daños, pero al no entenderse, se alteró la situación hasta que un cliente fungió como interprete tras lo que acordaron un monto y después de saldar los daños los atletas regresaron a la villa olímpica.
La policia asegura que todo quedó captado en un video de seguridad de la estación de gasolina, evidencia que se complementa con las imágenes publicadas por diversos medios en los que se ve a los nadadores cruzando los filtros de seguridad de la villa olímpica sin verse afectados por un asalto.
Esta información se da a conocer horas después de que Conger y Bentz, declararan ante las autoridades y les fueran retenidos sus pasaportes, pero también están implicados los nadadores Ryan Lochte y James Feigen.
La detención se produjo debido a que previamente una juez brasileña solicitó que fueran retenidos los pasaportes y se le prohibiera la salida del país a los cuatro atletas estadounidenses, pero Lochte ya había abandonado Rio, mientras que Feigen sigue en territorio brasileño.
La noche del miércoles, las autoridades brasileñas afirmaron que imagen de un país está en peligro por lo que buscarían aclarar la situación, lo que derivó en la información difundida horas después.
Lo que sucede es que no sólo está afectad la imagen de Brasil, o de los juegos, también del Comité Olímpico estadounidense que real¡saldó a sus atletas y sigue manifestado disposición para cooperar con las autoridades brasileñas.
Incluso el Departamento de Estado de Estados Unidos también emitió un comunicado, en el que exhorta a los involucrados a cooperar con las autoridades.
