Para algunos es una ley moderna, del siglo 21. Para otros, es restrictiva y avanza sobre las libertades. Lo cierto es que la nueva norma en Francia causa polémica porque prohíbe el uso de teléfonos celulares por parte de los niños en los ámbitos escolares.
La prohibición incluye a todas las escuelas primarias y secundarias del país durante todo el día, incluso durante los descansos.
Sólo hay algunas contadas excepciones, para casos de emergencia y para niños con dificultades físicas u otras discapacidades.
Desde ahora, los alumnos estarán obligados a apagar sus móviles o guardarlos en los casilleros (si los tuviese el colegio) y habilita a los maestros a confiscar teléfonos hasta el final del día si los niños no cumplen con las reglas.
Es obligatoria para las escuelas primarias y, para las secundarias, optativa.
La ley también prohíbe a los niños usar tabletas personales y relojes inteligentes en la escuela.
“El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, espera que la prohibición ayude a los niños a enfocarse en las lecciones, socializar mejor y reducir el uso de sus redes sociales”, publicó Metro. Blanquer la llama “una ley para el siglo 21” y dijo que mejorará la disciplina entre los 12 millones de escolares de Francia.
De regreso
Los niños franceses regresaron este lunes a clases tras las vacaciones de verano, y deben hacerlo sin sus teléfonos.
Según Blanquer, otro de los objetivos es “combatir el bullying por internet y evitar los robos y la violencia en el interior de las escuelas”. Previamente, dijo “estar abierto a las tecnologías del futuro no significa que se tengan que aceptar todos sus usos”.
La prohibición total de los teléfonos inteligentes fue parte de una promesa de campaña del presidente francés, Emmanuel Macron. Los críticos dicen que la ley es un “truco publicitario” que no cambiará nada, porque en la práctica, la mayoría de los maestros limitaba su uso, según France Press.