El empresario británico Richard Branson lamentó no poder detener la venta de Virgin American a Alaska Airlines, aunque reconoció que el proceso de consolidación de la aerolínea en un mercado tan competido como el de Estados Unidos “no se puede detener”.
A través de un post en su blog oficial, Branson expresó su tristeza por el hecho de que la aerolínea que fundó en 2007 esté en proceso de fusión con otra compañía, argumentó que no pudo hacer mucho .
“Mentiría si no admitiera que me entristece que nuestra maravillosa aerolínea se fusione con otra. Dado que no soy estadounidense, el Departamento de Transporte de Estados Unidos estipuló que algunas de mis acciones en Virgin America carecieran de derecho al voto, le que redujo mi influencia sobre la compra. Así, tristemente, no pude hacer nada para detenerla”, dijo el empresario.
Sin embargo, reconoció que el proceso de consolidación de Virgin America no se puede detener, menos en un mercado dominado en casi un 80 por ciento por cuatro compañías aéreas
.@VirginAmerica succeeded in the impossible: creating an airline that people love https://t.co/z4GZ1RJPQP pic.twitter.com/l8ILaFbSr5
— Richard Branson (@richardbranson) 4 de abril de 2016
Why @VirginAmerica is merging with @AlaskaAir https://t.co/z4GZ1RJPQP pic.twitter.com/eoEtdMBkzi
— Richard Branson (@richardbranson) 4 de abril de 2016
Este lunes se informó que Alaska Air Group Inc. llegó a un acuerdo para adquirir Virgin America por un valor superior a los 2 mil 600 millones de dólares, un proceso de fusión que, de concretarse, creará la quinta compañía aérea más grande del mercado estadounidense.
La adquisición por parte de Alaska Air estaría encaminada en consolidar su presencia en la costa oeste de Estados Unidos, expandiendo de esa forma la marca a las principales ciudades como Nueva York, Washington, Los Angeles, San Francisco y Seattle.
Según informes de The New York Times y CNN Money, la transacción incluye el pago de 57 dólares en efectivo por cada acción de Virgin America, un 47 por ciento superior a la cotización al cierre del viernes, que había concluido en 38,90 dólares por papel.
Las compañías valuaron la transacción en unos 4 mil millones de dólares, ese monto incluye la cancelación de deudas y capitalización por licencias operativas de la línea de bajo costo que creó el empresario Richard Branson.
Virgin America que inició a volar en 2007 y cotiza en la bolsa de Wall Street desde noviembre de 2014, anunció hace dos semanas que estaba en venta. JetBlue Airways, que opera desde la costa este de Estados Unidos, también mostró su interés.
Fincó un crecimiento constante de alrededor del 10 por ciento cada año, en gran medida, basado en el desarrollo de una base de clientes frecuentes cautivados a través de su estrategia de marketing caracterizada por mostrar siempre sentido del humor.
We’re joining with @VirginAmerica to create the West Coast’s premier airline. https://t.co/UfwVOuZY0z #asplusvx pic.twitter.com/LB1lRMPOWw
— Alaska Airlines (@AlaskaAir) 4 de abril de 2016
Por su parte, Alaska Airlines informó que con el acuerdo expandirá sus rutas y convertirse en la quinta compañía aérea del país. Actualmente es la sexta aerolínea con más de 90 destinos en Estados Unidos, Canadá y México.
Las operaciones combinadas, con sede central en Seattle, contarán con unos 280 aviones. Alaska, cuya flota está confomrada casi en su totalidad por aviones Boeing 737, y Virgin sólo usa jets Airbus.
De ser aprobada por los reguladores de la competencia, será la primera gran fusión en la industria desde la protagonizada por American Airlines y US Airways.
El mercado de las aerolíneas en Estados Unidos está repartido por cuatro grandes compañías: American Airlines, UnitedContinental, Delta y Southwest. El resto de la industria está ocupado por firmas regionales como Alaska Air, Hawaiian Airlines, y aerolíneas de bajo costo como Virgin America, Spirit Airlines y Jetblue.