• Muchos de los periodistas afectados en Microsoft eran parte de la división SANE (Search, Ads, News, Edge)

• Ya desde antes se usaba IA para ayudar a los editores humanos a elegir mejores imágenes para los sitios de la marca

• Hace dos años, la tecnológica presumía emplear a más de 800 expertos en información en todo el mundo

Uno de los más grandes temores de la humanidad podría estar en la mayor prevalencia de la Inteligencia Artificial (IA). Y es que parece que estos sistemas automáticos se han vuelto cada vez más efectivos para reemplazar el trabajo de especialistas humanos en varias industrias. A la vez, muchos especialistas de la tecnología aseguran que esta innovación creará aún más trabajos de los que destruya. Pero en el caso de algunas especialidades, el entorno es oscuro.

Y entre las especialidades que parecen estar más en riesgo de la IA se cuenta el periodismo. De acuerdo con The Verge, Microsoft está despidiendo a docenas de trabajadores editoriales y profesionales  de la información a lo largo de sus unidades News y MSN. La compañía emplea a estos expertos para curar y elegir las historias que se despliegan en algunos sitios web, así como en su navegador Edge y algunas apps. Ahora, serán las máquinas las que han el trabajo.

Se espera que ahora la IA haga buena parte del trabajo de revisar, elegir y colocar noticias e historias a lo largo de las diferentes propiedades de noticias. En una declaración a The Verge, Microsoft señaló que este cambio es parte de su constante evaluación para la mejora de su negocio y no corresponde a la actual crisis sanitaria. Cabe resaltar que ya desde hace tiempo que la empresa había integrado algunas herramientas de apoyo editorial con esta innovación.

¿Llegó la hora de temerle a la IA?

No solo los periodistas están en riesgo de perder algunos de sus trabajos. Muchas veces se ha hablado del rápido crecimiento de los chatbots en el entorno de la atención al cliente, lo que pone en riesgo el trabajo de muchos operadores. En julio, también el trabajo de los creativos de marketing quedó en riesgo cuando JP Morgan Chase empezó a encargarle sus copys a una IA. Aunque menos sofisticado, también GAP piensa sumar varios robots a sus operaciones.

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El caso de Microsoft es notable porque pone en perspectiva el tipo de trabajos y tareas que sí están en riesgo de ser reemplazados por una IA. El elegir y colocar historias en un portal es en realidad una tarea bastante mecánica. Si bien una máquina jamás será tan precisa en hacer el mismo tipo de juicios de valor que un humano, puede ir mejorando con el tiempo hasta que la diferencia sea imperceptible. Pero hay muchas otras actividades que aún no están en riesgo.

Hay muchas actividades que hacen los periodistas que son mucho más complejas y que una simple IA jamás podría aspirar a replicar. Y ésta es la clave de la transformación. Es momento que todos los profesionales dejen de concentrarse en perfeccionar cómo realizan actividades mecánicas, porque jamás serán tan buenos como una máquina. Tendrán que apostar a darle mayor importancia a aquellas tareas más humanas, difíciles, que aún están fuera de los bots.

Miedos en torno a las máquinas

Lo cierto es que la IA tiene todas las características para ser una inversión efectiva para casi cualquier industria. Las áreas de marketing tienen mucho de qué beneficiarse al automatizar sus tareas más mecánicas y repetitivas. Marcas como Didi están empleando estos sistemas para tratar de resolver los nuevos problemas surgidos de la crisis sanitaria. También ayudaría a que agentes como Sony potencien la personalización que existe en sus mejores contenidos.

A la vez, hay varios expertos a los que les preocupa el uso de la IA en varios aspectos. Future of Life reafirma que puede haber fallos catastróficos en estos software que, sin un adecuado control, pueden resultar en altos costos para sus usuarios. The Guardian apunta que está el riesgo real que la capacidad de las maquinas pueda superar, en lugar de mejorar, las humanas. Y como apunta Forbes, en manos de agentes maliciosos, podrían ser realmente devastadoras.