Hoy quiero platicar sobre nosotros, los que nos dedicamos a alguna actividad relacionada al marketing y vivimos para contarlo. Hace algunas semanas lancé esta simple pregunta en un grupo especializado: ¿Que te impide tener tu propia agencia? Las dos respuestas ganadoras fueron – en primer lugar la falta de dinero para arrancar; en segundo, no sé como debo iniciar mi propio proyecto.
Ambas respuestas me resultaron interesantes por su significado entre líneas. En los comentarios la gente comentaba que es difícil dejar tu ingreso fijo para arriesgarse, además se mencionaba el hecho de no tener el conocimiento suficiente para empezar un negocio, porque una agencia es una empresa como cualquiera otra. También había las típicas quejas de clientes desleales o que pagan mal.
Un estudio sobre la economía mexicana que publicó McKinsey & Co. en 2014 señaló que la industria creativa representa el 4.5% del PIB, para incrementar nuestra participación en este mercado y lograr activar el resto de los sectores económicos podemos buscar emprender evitando las siguientes trampas.
Olvidar la medida básica
Un error de colegas y amigos del ecosistema es pensar que vendemos ideas, proyectos, campañas. Me dirán ustedes, pero entonces ¿qué vendemos? La medida básica en nuestra industria se llama “tiempo”, todo servicio presupuestado es resultante de dicha inversión; por lo tanto, una vez que hemos definido nuestro insumo principal, es ahí donde debemos trabajar con eficiencia y brindar un precio acorde a dicha unidad. Es nuestra responsabilidad definirlo con la mayor precisión posible y hacerle entender al cliente el alcance de su contratación.
Analizar el mercado de clientes
Navegar en la industria del marketing es como ir en un río revuelto, si eres camarón dormido te puede llevar la corriente. La selección del cliente es un punto fundamental, los hay de todos los tipos, lo importante es que definas cuál es el tuyo. El tamaño de la empresa no es la única categoría que se puede usar, todos queremos trabajar solo con marcas Top 50, la realidad es que hay muchos más proyectos de compañías medianas o PyMES. Sin importar su tamaño, es importante identificar a dónde queremos llegar con ese cliente, qué tipo de exposición le dará a nuestra marca-agencia, con qué otras marcas nos puede conectar su caso de éxito. Por último, es muy valioso el lograr relaciones estables a largo plazo.
Ser agencia “Integral”
Otra trampa que veo mucho, cuando preguntas a un colega sobre el enfoque de su agencia, es común escuchar el clásico “Hacemos de todo”, lo que puede significar, no tengo staff y todo lo manejo outsourcing con freelancers; o también puede ser que tenga un staff que no es especialista y que trata hacer de todo. En ambos casos, es una trampa carecer de metodología por lo tanto falta medición de resultados, un equipo sin métricas es un barco a la deriva.
Tener un staff mediocre
El punto anterior nos lleva a elegir a las personas correctas. Un staff jamás será perfecto, pero si puede estar integrado por personas talentosas que además sean eficientes. Hay tres aspectos de un profesional que debemos evaluar al momento de reclutar, en primer lugar los conocimientos que posea; en segunda posición, sus habilidades; y al final su actitud. Los dos primeros pueden mejorarse con el tiempo, el último es imposible de cambiarlo.
Evitar profesionalizarse
También son trampa no estar dado de alta, carecer de metodologías, evitar usar tecnología o pensar que las finanzas son para personas de otro planeta. Como ya lo mencioné, una agencia es un negocio como cualquier otro que requiere de administración y dirección. Piensa bien si quieres alejarte de participar en los proyectos de tu agencia para convertirte en director, porque justo eso es lo que sucederá.
Saludos en este martes con sabor a lunes, hasta la próxima semana.