Hedonismo es es una doctrina de pensamiento basada en la búsqueda del placer y la supresión de la angustia, como objetivo o razón de ser de la vida. Nuestra cultura occidental y latina de pronto interpreta el hedonismo como falta de responsabilidad, frivolidad y ausencia de esfuerzo.
Criticamos al compañero de trabajo que toma sus dos horas completas para comer o quien se va a casa en horario, sin irse tarde, o sin sufrir lo suficiente. La ideología judeocristiana nos inculca también el sufrimiento como un camino hacia el paraíso y la eternidad. Sin embargo, de pronto olvidamos que estamos todos aquí para pasarla bien, sin excesos claro, pero con el pleno conocimiento y aprovechamiento de los pequeños placeres de la vida.
Sin embargo, en el mundo comercial estamos en la era de los beneficios funcionales. Regulaciones en contra de la obesidad infantil, preocupaciones sobre el impacto ambiental, algunos mitos urbanos y otras causas han virado los esfuerzos mercadológicos hacia los beneficios funcionales de los productos.
Las causas sociales, ambientales, ecológicas, saludables y nutricionales han mermado las capacidades creativas de muchos colegas, que preocupados por transmitir que sus productos son responsables, olvidan los verdaderos placeres de consumir.
Y esto es un llamado a rescatar el Hedonismo, la capacidad y acto de disfrutar los placeres de la vida. Y de pronto nos olvidamos del sabor, de la experiencia y del placer, y sustituimos dichos argumentos por la salud y el medio ambiente, lo cual no es incorrecto en el contexto que vivimos, sin embargo es momento de replantear nuevos argumentos.
Esta semana estuve en Buenos Aires y tuve la oportunidad de hacer un recorrido urbano, en el cual me sorprendió el nivel de madurez gráfica con la que se trata a la publicidad exterior. Destacan los valores de producción, y sobre todo el uso del Hedonismo como argumento. El mejor ejemplo que se me ocurre está en el siguiente gráfico.
Opuesto a lo que tenemos acostumbrado en nuestro país, este visual se concentra en el sabor como argumento de venta, algo que hace tiempo no vemos por aquí. Destaca la frase “Rescatemos la sobremesa” como “selling point” el cual habla totalmente un acto placentero y hedonista. Asimismo, el product shot no muestra datos de calorías reducidas, ingredientes funcionales o algo dietético en el producto.
La segunda imagen muestra dos anuncios urbanos, uno de ellos menciona la palabra “nutrición” pero junto a “diversión” y el segundo retoma de nuevo el placer de una comida como argumento para una marca de vino, cuando en nuestro contexto el vino sigue siendo un artículo aspiracional.
Ahora bien, considerando el contexto, antecedentes y estrategias de cada marca cualquier lector podría cuestionarme que en México tenemos otras prioridades de comunicación. Y lo entiendo porque soy el primero en defender el marketing científico. Sin embargo también pienso que la ruta fácil en nuestro mercado es seguir la tendencia.
Yo recomiendo, basado en las circunstancias, explorar la forma de rescatar el “hedonismo” como tendencia y acto natural del individuo, el cual en tiempos de los beneficios funcionales puede representar “aire fresco” en los mensajes publicitarios. Un verdadero e inteligente esfuerzo para cuestionar al consumidor sobre los placeres de la vida, puede representar en estos momentos un conductor de ventas por vía de un mensaje diferenciado y de impacto.
No olvidemos nuestros más básicos comportamientos.