La conocida prenda islámica que cubre el cabello de muchas musulmanas llamado hiyab que iba a ser comercializada por la cadena de tiendas deportivas francesa Decathlon se quedará sin vender después de lo que ha sucedido en Francia.
El pasado martes Decathlon anunciaba que vendería un hiyab para corredoras, un producto que desde hace varias semanas vende en sus tiendas de Marruecos.
Sin embargo la reacción de numerosos políticos, consumidores y usuarios de redes sociales ha sido tan virulenta que en cuestión de horas la cadena tuvo que desistir de su intención.
Han sido tantas las críticas, las amenazas de boicotear las ventas y hasta de agresiones físicas contra los empleados, que el responsable de Comunicación Externa de Decathlon, Xavier Rivoire tuvo que comparecer ante los medios.
De hecho a las seis de la tarde del mismo martes declaraba a la cadena de radio RTL que el producto no se pondría a la venta en Francia.
Los reclamos
Y es que desde que se anunció la venta del hiyab, “una oleada de insultos y amenazas sin precedentes” es lo que tuvo que enfrentar Decathlon en sus cuentas de redes sociales, además de cientos de correos en pocas horas con quejas y amenazas de no volver a comprar en sus tiendas.
Numerosas personalidades políticas como Aurore Bergé, portavoz del partido gubernamental La República en Marcha (LREM) publicaba en Twitter: “El deporte emancipa, no somete. Mi elección como mujer y como ciudadana será no volver a confiar en una marca que rompe con nuestros valores”.
Por su parte la ministra de Sanidad, Agnès Buzyn, recordó a través de la emisora de radio RTL que si bien en Francia está permitido por ley el velo islámico, representa “una visión de la mujer” que no comparte. Además de explicar que de forma personal, ella no defiende “que se favorezca la diferenciación entre hombres y mujeres”.
No es la primera vez que surgen polémicas respecto a este tipo de prendas en Francia. Ya incluso en 2016 tuvo que intervenir la justicia para establecer que el burkini, que es el traje de baño que cubre por completo a las mujeres, no podía ser prohibido a menos que existiese alguna amenaza confirmada contra el orden público.
Algo a lo que no han tenido que llegar en este caso, debido a la rápida respuesta de la marca ante las reacciones de la opinión pública, ante este delicado tema.