La competencia es algo inherente en los negocios. Los empresarios saben que se enfrentarán a retos que otras marcas pondrán a sus productos y los consumidores son los más beneficiados al ver ofertas novedosas.
Sin embargo, existe la competencia desleal, aquella en la que una compañía utiliza ventajas que otras no tienen y que les es imposible alcanzar. Los dueños del restaurante Cork Wine Bar, Khalid Pitts y Diane Gross, consideran que es la que el presidente de Estados Unidos está practicando.
Y es que explicaron en rueda de prensa que el Trump International Hotel, ubicado en la Antigua Oficina de Correos de Washington, se lleva a todos los clientes, atraídos por comer en un lugar fundado por el actual Presidente y todo lo que representa.
Por ello, los demandantes no piden compensación monetaria, sino que Trump remedie la competencia desleal de tres posibles maneras: renunciando al cargo, separándose del hotel o cerrándolo mientras sea Primer Mandatario.
La Constitución le otorga inmunidad al presidente Trump por su puesto, así que no puede ser demandado por actos oficiales en la Oficina Oval. Sin embargo, sí puede ser nombrado en juicios por acciones personales o que involucren a sus negocios.
Por el momento, los implicados directos son sus dos hijos adultos y un alto ejecutivo de la compañía.