• La valuación de Aurora, la compañía que proveerá a Toyota con su software de conducción autónoma, es de unos 10 mil millones de dólares

• Esta startup ha dicho que quiere estrechar sus lazos con la automotriz y con Denso para la producción de componentes necesarios para su sistema

• También tendría la intención de desarrollar su propia plataforma de movilidad, incluyendo soluciones financieras, de seguro y mantenimiento

Mientras que el resto de la industria automotriz está trabajando en crear robo-taxis para que se pongan a la venta al público en general, Toyota tiene un mejor cliente en mente: Uber. En datos de Reuters, la compañía acaba de firmar una alianza con la startup Aurora, especializada en conducción autónoma, y su proveedora de componentes Denso Corp. Las tres empezarán a producir y vender robo-taxis para plataformas de viajes compartidos a finales de este 2021.

En un inicio, el nuevo negocio de Toyota y compañía se centrará en la producción de minivans autónomas, específicamente el modelo Sienna. Los vehículos tendrán instalados el software de Aurora y los sensores y otros componentes de Denso. Se espera que una primera flota, de prueba, empiece a desplegarse en el último tramo de 2021. Estos automóviles se integrarían al servicio de taxis compartidos de Uber, así como otras rivales (sin nombrar) meses después.

Vale la pena recordar que Aurora compró la unidad de conducción autónoma de Uber, ATG, cuando la app de viajes compartidos decidió deshacerse de ella para mejorar sus números. Como parte del acuerdo, la empresa de Dara Khosrowshai se convertiría en inversionista de la startup, a cambio de que ésta le ayudara a desarrollar vehículos autónomos para sus servicios. Toyota y Denso también son inversionistas en ATG, lo que explica los detalles de este acuerdo.

La mejor decisión para el futuro comercial de la conducción autónoma

Aunque podría parecer solo una alianza más para el desarrollo de robo-taxis, se trata de una decisión bastante inteligente de parte de Toyota y sus aliadas. Y es que no solo Uber parece tener problemas para crear una flota de vehículos autónomos. De acuerdo con Global Times, Desde junio del año pasado que Didi anunció que abriría su flota de prueba al público en China. Desde entonces, no ha dado a conocer más detalles sobre cómo avanza el proyecto.

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Toyota también estaría entrando a un mercado donde hay una demanda bastante clara de vehículos inteligentes. De acuerdo con agentes como CNBC, uno de los pocos caminos que tiene Uber para ser realmente viable como negocio es el desarrollo e integración de robo-taxis. Tiene sentido que lo mismo aplique para otras plataformas similares, aún si no todas están en profundos números rojos como esta app. Así que hay un mercado bastante atractivo ahí.

Pero tal vez más importante aún, se trata de una decisión de negocio mucho más atractiva y viable para Toyota que solo tratar de vender sus robo-taxis directo al consumidor. De acuerdo con Kreindler, son relativamente pocos los usuarios que estarían dispuestos a usar, menos aún comprar, un vehículo autónomo. Integrarlos a los servicios de movilidad compartida es una forma más rápida y sencilla de lograr que la gran inversión en esta tecnología genere ingresos.

Desafíos para Toyota en el largo plazo

Cabe destacar que, así como esta automotriz está preparándose para el futuro, muchas otras compañías de tecnología y de venta de vehículos están decididas a ganar esta carrera. Dentro del mismo sector que Toyota, tanto Tesla como Volkswagen son amenazas bastante claras. La primera, porque piensa venderle su software a las compañías interesadas (y ya tendría varios compradores). La segunda, porque se ha puesto como objetivo vencer a Apple y Google.

Hablando de las tecnológicas, estas agentes fuera del sector automotriz son tal la amenaza más importante para Toyota y sus rivales. Por ejemplo, Apple habría estado negociando con Hyundai para la producción del llamado Project Titan, con una posible fecha de lanzamiento para 2022 o 2023. Sin embargo, esta relación comercial ha probado ser tan conflictiva que se suspendió el trato hace unos días. Pero esto no significa que Tim Cook vaya a tirar la toalla.