¿Recuerdan aquella pelea de box donde el mexicano Juan Manuel Marquez cayó a la lona en los primeros rounds, pero se levantó para, fulminar a Manny Pacquiao? El ámbito deportivo habitualmente nos trae historias inspiradoras que nos permiten explorar los límites de los seres humanos, pero, aunque esto puede ser parte de su ADN, también suelen ser resultado de actitudes o reacciones aprendidas y entrenadas.
Charles Darwin (1809-1882) fue uno de los más importantes científicos en la historia y planteó en su teoría de la evolución que “no es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio”. Este postulado está asociado a un concepto de adaptación con el entorno, un proceso ciertamente instintivo pero interesante en la simbología de los negocios.
Por su parte, la Real Academia de la Lengua Española, define a la resiliencia como “la capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.” Y es este un concepto que hace mucho tiempo se popularizó en el ámbito de los negocios y que en el inicio de mi carrera tuve la oportunidad de experimentar como vendedor y aprender a modelar este valioso comportamiento, con algunos “golpes y raspones” de por medio.
Pero no fue sino a través del AgroMarketing y sus protagonistas donde la resiliencia pasó de ser un concepto a una forma de vida, donde no hay respiro, ni espacio para sufrir demasiado pues de no actuar, la sobrevivencia económica y la viabilidad alimentaria están en riesgo.
4 ASES DE LA RESILIENCIA
Esta capacidad adaptativa se hace presente en el campo y puede darnos un contexto más amplio de las diferencias contra otras industrias y para ello hago una analogía con las cartas más fuertes que se observan en el sector agrícola para entender, procesar y salir bien librados en entornos complicados.
As de Corazones: La Ciencia
La innovación agrícola tiene en la ciencia a uno de sus principales aliados pues además de tener un método para ser implementada, tiene un proceso de experimentación intrínseco que contempla el fallo como parte de su naturaleza. El valor diferencial de la agricultura respecto a otras industrias es que el círculo virtuoso implementación – diagnóstico – mejora – implementación, se observa desde la ideación de productos y soluciones por lo cual hace visible la necesidad de adaptación para todos los jugadores involucrados.
As de Tréboles: El Clima
Y aunque pareciera que es un tema fortuito por tratarse de un factor no controlable, en realidad a nadie sorprende el impacto de una inundación, una helada o incluso una sequía, pero es la capacidad de reacción ante estos desafíos los que determinan que la resiliencia parte del kit de herramientas de técnicos, distribuidores, entidades financieras y agricultores. Pero también en el sector se logran grandes resultados cuando el conocimiento del clima da ciertas alternativas.
Por ejemplo, cuando se sabe que vienen bajas temperaturas, algunos agricultores estilan regar para proteger el cultivo e irónicamente regar (por ejemplo, maíz) previo a la presencia de rachas de viento, supone potenciales pérdidas. Cabe señalar sin resiliencia, los jugadores de la cadena productiva no podríamos capitalizar los aprendizajes acumulados por muchos años.
As de Diamantes: La Tecnología
La capacidad de reacción y adaptación generalmente está asociada a la emergencia y prontitud, pero no solo esos son los casos son los que mejor pueden mostrar los efectos positivos de ser resiliente.
Registrar, procesar e interpretar la información, la data que una hectárea puede generar, la estrategia de establecimiento de un cultivo y protegerlo de plagas que un año atrás nos haya afectado, son algunos ejemplos donde la tecnología da soporte a una más pausada pero eficiente capacidad de adaptación ante el cambio.
As de Espadas: El agricultor
En mi entender y experiencia, no conozco otro negocio donde la actitud de no vencerse ante la adversidad sea una característica del cliente y no solo del vendedor.
No estoy seguro de que un productor agrícola se auto defina como una persona resiliente o adaptable, pero no tengo duda que emitiría conceptos como “entrón” o alguien que “no se raja” pues son definiciones mucho más coloquiales y enriquecedoras para el entendimiento de este concepto. Al menos en el campo latinoamericano, esta característica parte de su cultura, lo hace ciertamente competitivo pues además busca contribuir a la comunidad donde pertenece. Créanme, esto es oro puro.
SEMBRANDO REFLEXION
Solo quiero decir que, si Darwin conociera el campo, replantearía su postulado quizá diciendo: “no es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio… como lo hacen los agricultores”.
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