Santiago, Chile,- Como lo señalamos en un artículo anterior, la mujer es quien toma, por lo general, la decisión de compra en el 80% de los casos, en casi todo el mundo. Tal vez es por lo mismo, que los comerciales están en su mayoría dirigidos a la mujer. Sin embargo, aún parece absurdo el concepto asociado a ciertos productos, los cuales son orientados a la dueña de casa del siglo pasado.
Productos para la limpieza, alimentos y artículos de farmacia o de belleza, tienen a la mujer como protagonista, pero centrada en sus “roles de madre y esposa”, más que en la totalidad de sus actividades. ¿Has visto alguna vez un comercial de detergente en que el personaje principal sea un hombre? Jamás. Es decir, la publicidad parece no considerar válida la independencia del hombre autovalente, aquel que se encarga de limpiar, lavar su ropa y cocinar, porque vive solo y no está en condiciones de pagar una asesora del hogar.
Por otra parte, son pocas las empresas como TOTTUS que, mediante su publicidad, apelan a la igualdad de género y a la realidad actual de las parejas. Las demás, las que corresponden a productos tradicionalmente vinculados a la ‘vida de hogar’, repiten conceptos manidos como “aprovechar el tiempo con los hijos” o “sorprender a la familia”. Y ellos ¿no podrían también hacer lo mismo, pasando un buen rato con los niños o sorprender con un rico plato de comida?
La verdad es que no existe una tabla que dé a conocer el resultado de dichos comerciales, pero tampoco se reconoce ninguno de ellos como algo destacado. No figuran entre los premiados ni puedo imaginar que permanezcan en la memoria de la familia. Y si bien, aún es poco frecuente ver a hombres solos haciendo la compra del mes supermercado, tampoco es extraño verlos con un carro lleno (sí, probablemente en base a la lista que hizo su mujer).
Bueno, la excepción ratifica la regla y hace unos días Carozzi comenzó a difundir su comercial en el cual se al padre cocinando para el hijo y luego éste publica la foto de “los tallarines de su viejo” en Facebook.
Creo que es tiempo de ver la realidad y comenzar a reflejarla en publicidad, para conseguir mejores logros. Por el minuto, no creo que las mujeres, que tomamos usualmente las decisiones de compra, nos motiven piezas publicitarias como las que se rescatan a continuación.
Este comercial es más antiguo y más afectivo, pero también apela “a la hija que cocina”