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En Europa, las naciones con un mejor estado para la jubilación son Islandia, Suiza y Noruega
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Dentro de América Latina, son Chile, Colombia y Brasil los que tienen la situación más esperanzadora para el retiro
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Sin embargo, se ha advertido que a escala global se vio un deterioro del tema de salud a raíz de la crisis sanitaria de la COVID-19
Tal vez no sea ninguna noticia para las personas, pero siempre duele cuando una noticia tan negativa es confirmada por agentes internacionales imparciales. Según El Economista, México de nuevo se colocó en el lugar 37 de 44 países en el Índice Global para la Jubilación de Natixis IM. Lo anterior no solo lo califica como una de las diez peores naciones analizadas en cuento a bienestar para este sector de la población. Aparte es el cuarto año consecutivo en este lugar.
En el reporte, se analiza la situación general de la jubilación en los países tomando en cuenta casi 20 factores distintos. Entre ellos, finanzas para el retiro, bienestar material, salud y calidad de vida. En muchos de estos aspectos, el estado de México parece haberse deteriorado de una forma significativa frente al año pasado. En lo que se refiere a salud, la calificación de 45 por ciento es siete puntos por debajo de lo logrado en 2019, lo que habla de un gran deterioro.
También el bienestar material para la jubilación se desplomó un punto porcentual frente a 2019 para colocarse en 41 por ciento. En el lado no-tan-negativo de la situación, México conservó la puntuación de 58 y 64 por ciento, respectivamente, en las áreas de calidad de vida y finanzas para el retiro respectivamente. Cabe destacar que se obtuvieron puntuaciones relativamente más altas en factores ambientales, felicidad y biodiversidad frente a lo logrado el año pasado.
La crisis del retiro en México
No es la primera vez que se evidencia la fragilidad de la jubilación en el país. Para julio de este año, de acuerdo con Milenio, se calculaba que solo una quinta parte de la gente podría aspirar a una pensión segura. Sin embargo, en buena parte de estos casos se trata de la cotización mínima posible para los trabajadores. Lo anterior presenta una serie de retos económicos en el largo plazo para los jóvenes que no tienen más que unos años en el mercado laboral formal.
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En datos de Sin Embargo, para 2019 se necesitaba que el mexicano promedio trabajara de 2.4 a 4.7 vidas, de 80 años continuos de labor, para asegurarse una pensión digna. Y en febrero de este año, El Financiero estimaba que muchos millennials tendrían que sobrevivir con una jubilación de solo tres mil pesos mensuales. Esta cifra, con el poder adquisitivo actual, ya es bastante reducida. Pero con el efecto de la inflación a lo largo de varias décadas, sería peor.
Comparado con otros países, la situación de la jubilación en México luce todavía más difícil. De acuerdo con Statista, en Estados Unidos (EEUU) casi la mitad de las personas no tienen preparación alguna para su retiro. Esto ha hecho que la pobreza entre individuos que ya no trabajan sea de 25 por ciento, mucho más alto que otras naciones desarrolladas. Para 2015, en datos de Forbes, eran siete de cada 10 mexicanos los que no tenían planes de pensión.
Jubilación precaria en el país
Las condiciones recientes de México han contribuido a que el panorama del retiro se haga aún más complejo para los ciudadanos. Para junio, se esperaba que muchas personas empezaran a retirar dinero de su Afore para sobrellevar la crisis económica de la COVID-19. Sin embargo, varios agentes pidieron a la ciudadanía no hacerlo. Esto, porque sin un apoyo del Gobierno a estos fondos, podrían poner en riesgo sus ahorros para una jubilación digna en el largo plazo.
Asimismo, parece haber un nivel considerable de incertidumbre en torno a lo que podría pasar con el actual sistema de las Afores. Varios diputados propusieron la eliminación de esta figura con el objetivo de quitar la jubilación de las personas de manos de agentes privados. La otra opción, de acuerdo con la propuesta, sería dejar la administración de estos recursos en manos de la administración federal. Específicamente, que fuera gestionada por el IMSS y el ISSSTE.