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Los repartidores independientes sincronizan los smartphones en los árboles con sus dispositivos personales
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Este tipo de trampas entre los socios de Amazon Flex, como se llama este servicio de colaboradores independientes, no son nuevas
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Para febrero pasado, se reportó que varios socios descargaban apps que escaneaban el sitio de la retailer, aceptando los trabajos disponibles
Hay varias formas en las que la gigante de retail online trabaja su flujo de logística para todas las entregas que gestiona. En algunas regiones y traslados, debe de asociarse con compañías especializadas para hacer llegar los productos a las manos de los consumidores. Pero Amazon también ha invertido mucho en crear una red propia de repartidores y flotas de traslado. No es poco común tampoco que tenga socios independientes, al estilo de los conductores de Uber.
Son precisamente estos últimos aliados los que están dándole un nuevo dolor de cabeza a la titán de comercio electrónico. De acuerdo con Bloomberg, repartidores de Amazon en Estados Unidos (EEUU), específicamente en Chicago y la zona circundante, han estado colgando sus teléfonos de árboles. La práctica no es una simple broma o un extraño ritual entre este grupo de socios. Se trata de hecho de una trampa para sacar provecho del sistema de Jeff Bezos.
Los smartphones están colgados cerca de tiendas Whole Foods o centros de distribución de Amazon. Para las entregas de última milla, la retailer detecta a los repartidores que están más cerca de estas instalaciones para que lleguen por el paquete y lo envíen al cliente. Cuando el celular se deja fijo cerca de algunas de estas locaciones, los socios pueden aceptar órdenes aún si hay otros agentes más cercanos. Y, por supuesto, llevarse comisiones más grandes.
Un problema importante para Amazon
No es poco común que las marcas se vean envueltas en escándalos, crisis o retos por culpa de empleados, socios u otros aliados. Por ejemplo, un Carrefour en Brasil se hizo tendencia luego que un hombre muriera en una tienda y solo lo taparan con paraguas para que nadie lo viera. Hace horas se lanzó una demanda contra McDonald’s por no dejar a sus colaboradores usar el baño. Y se reveló que un barista de Starbucks habría preparado una bebida con cloro.
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Hay que regresar a la situación de Amazon. Comparado con estos ejemplos, las trampas de sus socios repartidores no es algo tan grave. Sin embargo, no le conviene a la empresa solo dejarlo pasar. No solo es una muestra que los sistemas de la retailer son mucho menos que perfectos, algo que se refleja negativamente en otras estructuras de la marca. También es una señal de la cultura que existe en la organización, aún si son técnicamente agentes externos.
¿Qué tendría que hacer Amazon en torno a este reportaje de Bloomberg? Tal vez el primer paso sería reconocer abiertamente el problema e iniciar una investigación. Según el mismo medio, ya se está manejando el proceso, pero se ha llevado a cabo de forma exclusivamente interna. Cierto, no se trata de un problema que concierna directamente a los consumidores finales. Pero aún así sería una excelente oportunidad para demostrar su ética organizacional.
Cómo lidiar con escándalos o desafíos internos
Tal y como lo demuestra este curioso caso con Amazon, no siempre es sencillo determinar cómo actuar ante un conflicto interno. Por ejemplo Twitter se acercó al caso del hacking de su plataforma de forma notablemente transparente, aún cuando todo indica que se originó entre el mismo personal. En México, el drama del Cruz Azul se ha desarrollado principalmente en periodicazos. Otros, como McDonald’s, están dejando el proceso en manos de especialistas.
¿Hay algo que puedan aprender las marcas sobre el caso de Amazon, u otros escándalos de empresas, sobre cómo lidiar con un desafío interno? De acuerdo con Smart Company, es algo necesario identificar a los agentes tóxicos y, si no hay solución, desterrarlos de la compañía. The Globe & Mail por su lado reafirma que se deben tener en cuenta todos los puntos de vista primero. Según Entrepreneur hay que intentar llegar a un desenlace satisfactorio entre partes.