El gobierno del Reino Unido vive una sacudida luego de que tres ministros de alto nivel renunciaron porque no están de acuerdo con la propuesta de Theresa May de ejecutar un “Brexit suave”.

Durante junio de 2016, los ciudadanos del Reino Unido votaron a favor del Brexit (término compuesto de Britain Exit) que representa una salida del mercado común de la Unión Europea.

El Brexit entrará en vigor el 29 de marzo de 2019 y a lo largo de los meses anteriores han habido discusiones sobre lo que ocurrirá y cómo será la relación entre el Gran Bretaña y Europa.

Horas atrás, David Davis, secretario a cargo del Brexit anunció su renuncia porque no está de acuerdo con la visión que la primera ministra Theresa May tiene en torno a la salida y que quiere una versión “soft” del nuevo acuerdo, que debe ser firmado antes de 15 semanas.

Otro ministro, Steve Baker, también anunció su salida del gobierno por las mismas razones, pero el golpe más duro para May fue la renuncia de Boris Johnson, secretario de Relaciones Exteriores y uno de los principales impulsores del Brexit.

La noticia de que Boris Johnson renunció detonó una crisis política que incluso podría costarle el cargo a Theresa May, cuando los miembros de su propio partido, el Conservador, busquen a alguien que establezca medidas más duras para alejarse de la Unión Europea.

De acuerdo con un reporte de la BBC, a través de un comunicado, el Partido Laborista dijo “que con la salida de Davis, Theresa May queda con cero autoridad”.

La salida de Johnson fue aplaudida por miembros de la ultraderecha británica, quienes impulsarán una versión “más dura” del Brexit.

Junto con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el Brexit representa una de las principales amenazas para el libre comercio internacional que existe desde la década de los 90’s.