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Joven inspira con coaching en redes sociales a la próxima generación de influyentes.
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La empresaria explota todo el potencial del influencer marketing y les enseña cómo.
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Busca inspirar a millennials y centennials para crear influencers de valor.
Los adultos del milenio marcan una época de auge económico y desarrollo tecnológico que ha logrado ampliar el catálogo de oficios y profesiones, lo que representa, a su vez, una oportunidad de explotar sus habilidades y pasiones; sin embargo, los millennials también se caracterizan por la indecisión en esta selección, pues es tan grande hoy en día su oferta educativa que constantemente los hace cambiar de opinión y renunciar a lo que antes de consideraban “seguro” y “estable”, para buscar su camino en los trabajos del presente y del futuro, como el del influencer marketing.
Al vivir de forma nativa de la innovación y las comunicaciones, no es de extrañar que esta generación y la que le sigue, los llamados centennials, ocupen gran parte de su tiempo navegando en redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, YouTube o Twitch, creando comunidades y nichos de monetización que respondan a su llamado de atención, inmediatez, tendencia y moda.
Sólo a inicios de año, México ocupó el tercer lugar con más personas influyentes en Latam, con 443 mil 30 y según el estudio “Influencers de Latinoamérica”, de la plataforma de Influencer Marketing, Influencity, en nuestro país el 14.7 por ciento de los habitantes tiene una cuenta de redes sociales (24 millones 780 mil personas), de ellas, sólo en Instagram, el 1.79 por ciento corresponde a influencers.
A nivel global, Statista muestra a Brasil como el país con mayor ascenso en la tendencia de influencers (44 por ciento), y de los países incluidos en este gráfico, sólo México ha experimentado un descenso, aunque mínimo, ya que en 2022 sólo el 30 por ciento de los consumidores entrevistados aseguraron haber comprado un artículo como resultado directo de haberlo visto anunciado por un influencer o famoso. En el resto de los países los porcentajes han aumentado, aunque en Argentina de manera muy leve, pasando del 13 por ciento en 2019, al 15 por ciento este año.
Con esos datos, es más comprensible que la relación de los influyentes y la industria en general se haya consolidado y profesionalizado con el paso del tiempo, ya que las marcas e enfocaron la importancia de generar intercambios y colaboraciones publicitarias con ellos para llegar a su nuevo público objetivo.
Mediakix, por ejemplo, reporta que aproximadamente el 48 por ciento de los marketeros ha optado por llevar a cabo estratgias con influencers, con el fin de lograr un mejor retorno de inversión en comparación con otros canales en digital; asimismo, CreatorIQ y Tribe Dynamics muestran que el 66 por ciento de las empresas brinda un mayor financiamiento al marketing de influencers en el último año y el 52 por ciento de las marcas incluso ha ampliado sus equipos de trabajo enfocados en esta área.
Renunciar a su empleo y convertirse en influencer, su mejor decisión
Hoy el influencer marketing es una realidad y se ha convertido en la profesión del momento, la aspiración vocacional de miles de adolescentes y jóvenes altamente digitales, quienes buscan historias de éxito para trazar su futuro en un mercado laboral potencial, donde cientos ya convirtieron a las redes en su principal fuente de ingresos.
Hoffman Smith es una joven que se ha viralizado al convertirse en ese ejemplo de anhelo para millennials y centennials, narrando cómo dejó para siempre de trabajar en empresas y emprender negocios para convertirse en una imagen pública de redes sociales con un salario de 30 mil dólares al mes (cerca de 600 mil 474 pesos mexicanos).
“Cuanto más puedas concentrarse en cómo estás sirviendo a los demás, mejor”.
“Asegúrate de que sea algo que realmente disfrutes hacer. No creo que pensar desde la perspectiva de lo que te hace ganar más dinero sea la mejor manera de hacerlo”, aconseja la influencer a los más jóvenes.
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La oriunda de Denver, Estados Unidos, siempre soñó con convertirse en actriz, cantante o algún tipo de personalidad famosa, por lo que su vocación real o estaba en la gestión empresarial, profesión que terminó eligiendo desde que ingresó a la Universidad de Colorado Boulder. La joven explotó sus habilidades e, incluso, fundó una organización sin fines de lucro llamada Live Without Dreams, que donaba libros a niñas de países en desarrollo.
En 2018 empezó a trabajar para una empresa, se presume que en temas administrativos y corporativos, pero al poco tiempo renunció al darse cuenta que necesitaba impulsar nuevos proyectos.
Como muchos creadores de contenido, fue la pandemia de Covid-19 lo que la impulsó en el ecosistema digital y a sus 23 años empezó a publicar videos relacionados a consejos sobre la espiritualidad y el logro de metas profesionales y personales.
Pronto se convirtió en una gurú de vida, empresarial y hasta de belleza, donde sus seguidores crecieron de forma exponencial y la pusieron en la mira de grandes marcas. Hoy, como empresaria de redes sociales, donde impulsa negocios propios, la joven ya gana 30 mil dólares al mes.
Y es que, con 400 mil seguidores en TikTok; 127 mil en Instagram; y 11 mil en YouTube, además de tomar colaboraciones publicitarias, Smith promociona servicios de coaching individual, sesiones grupales y talleres empresariales.
Monetización real
Ya que no existe un algoritmo que defina cuánto vale un influencer para determinada colaboración o marca, tampoco existe un esquema de pago definido, pero sí encuestas que nos permiten mediar en el promedio de las tasas típicas de creación de contenido del influencer.
Resultados de Influence.co, por ejemplo, dictan en su investigación el costo promedio por publicación en Instagram, una de las redes sociales más populares y monetizadas del mundo, encontrando que 271 dólares (5 mil 425 pesos mexicanos) por publicación es la ganancia promedio que tienen, aunque los micro-influencers con menos de 100 mil seguidores podrían estar recibiendo 83 dólares (mil 661 pesos) y aquellos con más e 100 mil fans, hasta 763 dólares por publicación (cerca de 15 mil 274 pesos).
Y aunque son muy pocos los influencers nivel celebridad, con más de un millón de seguidores, los que alcanzan a monetizar cifras exorbitantes como Hoffman Smith, existen algunos casos de éxito de jóvenes que se dedican únicamente a redes sociales y pueden vivir de ello.
Alexa Collins es un ejemplo con más de un millón de seguidores y más de mil dólares de cobro por historia patrocinada en su cuenta de Instagram, quien contrasta con Tyler Chanel, un microinfluencer que con apenas 100 dólares por historia de Instagram ha logrado abrirse camino en la monetización de contenido y poco a poco se ha ajustado a la tarifa de las marcas que rondan aproximadamente los 100 dólares por cada 10 mil seguidores.
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