La salida de Leslie Moonves de la presidencia de CBS muestra como la lucha en contra del acoso (y el abuso) sexual se mantiene firme en el mundo del espectáculo y los medios. En esta ocasión ha sido el consejo de administración de uno de los mayores grupos mediáticos de Estados Unidos, el que ha pactado con el directivo su salida, tras las numerosas denuncias de abuso sexual que pesan en su contra.
Moonves, quien ha estado al frente de CBS por caso 20 años, rechaza las acusaciones sobre su comportamiento sexual, pero además según se ha conocido, en el acuerdo alcanzado este domingo, deberá donar 20 millones de los que obtenga por concepto de indemnización a grupos que respalden el famoso movimiento #MeToo dedicados a la lucha por la igualdad de género a nivel laboral.
Tal como se ha conocido en el comunicado emitido por el grupo, la renuncia de Moonves será “inmediata” y su cargo será ocupado momentáneamente, por Joseph Ianniello, jefe de operaciones. Una decisión que se da tras la publicación en la revista The New Yorker, de las denuncias de seis mujeres que señalaban al directivo como autor de los abusos sexuales que ellas habían sufrido, en episodios que van tan lejos como los años ochenta y que implicaban desde besos forzados hasta sexo oral, además de acusar a la empresa por su permisividad ante este tipo de situaciones por parte de los altos ejecutivos.
Por su parte Moonves alega que se trató de relaciones consentidas, al menos con tres de las mujeres que han declarado a la revista, al tiempo que declara que se trata de acusaciones realizadas para dañar su carrera y su reputación.
Con esta dimisión, Moonves pasaría a ser el hombre más importante de la industria del entretenimiento y los medios, que sufre las consecuencias del movimiento #MeToo, que también ha logrado que los señalamientos de acoso sexual sean los causantes de acabar con las carreras de otros poderosos del sector como el productor Harvey Weinstein, el jefe de Amazon Studios, Roy Price, el director James Toback o el actor Kevin Spacey.