Arne Aus den Ruthen Haag renunció a su cargo de city manager de la delegación Miguel Hidalgo en la Ciudad de México.
El anuncio de su renuncia fue reportado por medios como Milenio, y aparentemente se trata de una medida temporal motivada porque el Invea, un organismo de verificación administrativa local clausuró un edificio donde el hasta hoy funcionario tiene participación accionaria.
Este suceso se convirtió en tendencia dentro de Twitter con el hashtag “Invea”.
El contador de la empresa que clausuró arbitrariamente, le manda un afectuoso saludo @MEYERKG. pic.twitter.com/LIO3tEPVFY
— Arne aus den Ruthen (@arnemx) 22 de junio de 2016
La renuncia de Ruthen Haag recuerda su estrategia de social media marketing aplicada a través del uso de aplicaciones de streaming en vivo como Periscope, para reportar irregularidades en las vías públicas de la delegación en la que trabaja y que en diversas ocasiones, por ser casos de activismo social, han generado trending topics, por exhibir faltas cívicas como tirar basura en la vía pública o apartar espacios vehiculares en ella.
Esta participación en redes sociales es parte de una tendencia en la que servidores públicos mexicanos hacen cada vez más uso de sitios como Twitter o Facebook, con resultados en millones de vistas.
Arne cuenta en Twitter con más de 87 mil 478 seguidores mientras que en Facebook reporta más de 119 mil me gusta.
Los videos que publica en esta plataforma por ejemplo, han alcanzado hasta 795 mil 312 vistas.
En YouTube, donde usuarios de esta red social publican en sus cuentas videos de Arne, estos han alcanzado más de 571 mil vistas.
Otros ejemplos de políticos mexicanos con un impacto importante con las publicaciones que hacen en plataformas como Facebook, son la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, quien en un video llamado “Mensaje de la Gobernadora Claudia Pavlovich Arellano” sumó más de cuatro millones 328 mil vistas.
Estos casos ponen sobre la mesa la importancia que tienen las redes sociales para llevar a cabo activismo social y dar una nueva oportunidad al marketing político en México, de comunicarse con los ciudadanos a través del lenguaje de trending topics o viralidad cada vez más presentes en el mercado ya no solo de consumo, sino político.