El legendario ejecutivo de la industria automotriz Carlos Ghosn, quien permanece detenido en una cárcel de Tokio desde hace dos meses, perdió el único respaldo que le quedaba: el de Renault.
Su accionista principal, el Estado francés, le soltó la mano.
Ghosn está detenido por cargos de mala conducta financiera mientras era presidente de Nissan, cargo del que fue depuesto en noviembre pasado.
Este miércoles, el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, dijo al canal de noticias LCI que había llegado la hora de que un nuevo líder se haga cargo de Renault, según Reuters. “Queremos una reunión de la junta ejecutiva de Renault en los próximos días”, dijo Le Maire. “Estamos pidiendo un nuevo liderazgo a largo plazo”, agregó.
El gobierno francés, que posee el 15% de Renault, había respaldado la decisión de la compañía de permitir que Ghosn mantuviera sus cargos mientras esperaba el juicio, lo que, según sus abogados, podría ocurrir dentro de seis meses o un año.
Ghosn, de 64 años, fue acusado este mes por segunda vez desde su arresto el 19 de noviembre de 2018. En esta oportunidad, los fiscales lo acusan de transferir pérdidas de una inversión personal a Nissan. Antes, lo habían denunciado por subestimar sus ingresos en millones de dólares entre 2010 y 2018 para evadir impuestos.
Ghosn negó los cargos en una audiencia la semana pasada diciendo que había sido detenido injustamente por “acusaciones sin fundamento”. Ese mismo día, el juez le negó la libertad bajo fianza.
Para argumentar que no le dará la excarcelación, el juez japonés respondió mencionando la posibilidad de que el sospechoso pudiera contactar a gente que podría destruir pruebas o incluso que podría huir de Japón, teniendo en cuenta que tiene varias residencias en el extranjero.
En total, enfrenta una sentencia máxima combinada de 15 años de prisión si es declarado culpable.
Además, este jueves se confirmó que, al menos, el ejecutivo seguirá preso hasta marzo, luego de que se le negara la excarcelación por segunda vez, publicó WSJ.
Problemas
El “escándalo Ghosn” sacudió a la industria automotriz internacional y está generando serios problemas hacia el interior de la alianza líder mundial que él mismo forjó entre Nissan, Renault y Mitsubishi Motors.
La alianza se fundó en 1999 (de la que no era parte Mitsubishi), ahora produce uno de cada nueve autos vendidos en todo el mundo, con 450.000 empleados.
Luego de la detención, Nissan y Mitsubishi lo destituyeron como presidente, mientras que Renault lo apoyó. Hasta ahora.
Con su líder encarcelado y sin un reemplazo en el horizonte, la alianza tendrá problemas teniendo en cuenta los grandes cambios en la industria. Este martes, Volkswagen y Ford formalizaron en Detroit una alianza para la construcción y venta conjunta de camionetas y utilitarios medianos.
“Tengo un amor genuino y gran aprecio por Nissan”, dijo en la Corte Ghosn. “He actuado con honor, legalmente y con el conocimiento y la aprobación de los ejecutivos dentro de la compañía”.
Concluyó la declaración enfatizando sus logros durante los últimos 20 años en la reactivación de Nissan y habló de la alianza de fabricación con Renault y Mitsubishi que se convirtió en la más grande del mundo.