- El “súper peso” mexicano, que se fortaleció frente al dólar, afecta el poder adquisitivo de las remesas enviadas a México.
- Cada dólar rinde menos pesos, y se espera una disminución del 9.9% en el poder adquisitivo de las remesas, la primera caída en una década.
- La inflación y el valor del peso son factores que afectan tanto a quienes envían como a quienes reciben remesas.
Este año, quienes envían remesas a México se han enfrentado a un problema inusual: el “súper peso” mexicano.
La moneda alcanzó su nivel más alto frente al dólar estadounidense en casi ocho años durante el verano, lo que ha erosionado el poder adquisitivo de los hogares en México que dependen de las remesas del extranjero.
En un artículo especial dedicado al tema, la cadena CNBC explica que esta apreciación del peso significa que cada dólar enviado rinde menos pesos, lo que tiene un fuerte impacto en las familias receptoras.
La economista jefe de Banco Base, Gabriela Siller Pagaza, le dijo a la CNBC que lo realmente importante para los receptores de remesas no es la cantidad en dólares que reciben, sino cuánto pueden comprar con esos dólares en México.
Los datos son contundentes: en los últimos 12 meses, se han enviado más de 62 mil millones de dólares en remesas a México, pero durante el mismo período, el peso se ha apreciado en un 15% y la inflación anual ha alcanzado casi el 5%.
En ese escenario, cada dólar rinde menos en México.
Remesas a México
Según Siller Pagaza, el poder adquisitivo de las remesas en México disminuirá en un 9.9% este año, marcando la primera caída en una década y la mayor caída porcentual en 13 años.
En contraste, la moneda mexicana llegó a su punto más alto (menos de 17 pesos por dólar estadounidense) en julio, y ahora se encuentra alrededor de los 18 pesos por dólar.
A principios de 2023, cada dólar estadounidense valía 19.50 pesos.
El aumento del valor del peso está impactando directamente en quienes envían dólares a México. “Aquellos que buscan enviar dinero al país desde Estados Unidos se han visto forzados a enviar una cantidad mayor para mantener el mismo nivel de apoyo”, dice la CNBC.
Por ejemplo, cuando el peso estaba en su punto más alto en julio, para enviar 1,000 pesos a México, se necesitaban alrededor de 60 dólares. Un año antes, esta misma cantidad de pesos costaba alrededor de 49 dólares.
Si bien la inflación en México ha bajado en los últimos meses, aún se mantiene en un 4.45% interanual, lo que aumenta el costo de vida en el país.
México es el segundo mayor receptor de remesas a nivel mundial, solo detrás de India (hasta 2020 China era el segundo).
Las transferencias representan aproximadamente el 4% del producto interno bruto del país.
A pesar de que las remesas probablemente alcanzarán un récord este año, se espera que la tasa de crecimiento disminuya.
La CNBC dice que el impacto se siente tanto en Estados Unidos como en México, ya que los mexicanos en Estados Unidos y sus familiares en México soportan inflación mientras que el crecimiento de sus salarios no ha seguido el mismo ritmo.
El consumo y los presupuestos familiares deben ajustarse para adaptarse a esta nueva realidad económica.
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