“Dime que hábitos y actitudes tienes ante la adversidad y te diré quién eres”.
Son tiempos de crisis en organismos de la sociedad civil (OSC) que ayer como hoy enfrentan y enfrentarán. Ayer la nacionalización de la banca, hoy un gobierno indiferente a la actividad del llamado Tercer Sector, y por supuesto la inacabable pandemia de salud con sus efectos en la política, la economía y la sociedad; y ante esto, la sociedad civil, no puede y no debe bajar la guardia, están de por medio valores muy apreciados: libertad y bienestar.
La crisis de 2020 nos evoca el trance de 1982 en México
En el año de 1982 en plena crisis económica y política, provocada por la decisión de un gobierno violento y populista de nacionalizar la banca en México, la agrupación profesional a la que nos referiremos en este texto entró en una crisis anímica y de recursos económicos dado que su fuente de ingresos, como en la mayoría de estos organismos, se ha generado a través de diversos apoyos, como lo son los patrocinios, los donativos, y de manera importante las membresías.
En ese año de 1982, gran parte de los asociados eran directivos que colaboraban en el sistema financiero mexicano principalmente en la banca, la cual no tardó en tomar acciones de ajustes presupuestales; y así fue, “que de la noche a la mañana” y a partir del 1º. de septiembre de 1982, se dieron de baja de la asociación cerca de 200 asociados como mencionamos en párrafo inicial por ser banqueros y otros no banqueros ante la situación económica que guardaba y perturbaba al país en su conjunto.
Resumido relato
Nos referimos a una experiencia en el mes de septiembre de 1982, en el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas A.C., con la muy conocida nacionalización bancaria, la cual fue enfrentada con dignidad y vigor por el consejo directivo en turno, con su líder y presidente en Eduardo Miles Knight llegando a su desenlace el 30 de noviembre de 1983, cuando el Dr. Daniel Beltrán Maldonado (QPD) presidente del propio instituto para dicho ejercicio, bosquejó y encabezó el esfuerzo de rescate de la institución entregando resultados favorables al final de su gestión al rescatar financiera y económicamente a la institución, pero principalmente haciendo lo necesario para resaltar y lograr lucir la casta de una agrupación, con una membresía con identidad, con orgullo de pertenencia, sentido de participación y una cultura que en su ADN organizacional ha conllevado el espíritu de lucha por un México digno para todos y cada uno de sus descendientes.
El desenlace en 1983 fue haber alcanzado para la organización una moral alta, una confianza en sí mismos, resultado del esfuerzo colaborativo, con una estrategia y liderazgo humanizado e inteligente, sin duda alguna, derrotando villanos, engrandeciendo la historia de la asociación, fortaleciendo símbolos y a su vez, haciendo surgir líderes y héroes de la sociedad civil, misma que marca el paso que debe seguir un México que exige diversidad, respeto, leyes, paz, justicia y desarrollo.
Y la pregunta sería: ¿cómo se enfrentó y logró salir avante?
Como toda historia acreditada para contar, hay cuatro elementos fundaméntales: los villanos, obstáculos por enfrentar, inspiración de un líder, transformación y héroes.
- Villanos, son aquellos políticos que toman decisiones con un enfoque populista, como lo fue la nacionalización bancaria; estos políticos que han gobernado por décadas y que la sociedad civil en su conjunto no toleró en ese 1982, ni tolerará, porque de ser necesario dicha sociedad, una vez alineada en el propósito, volverá a expresarse tantas veces como sea necesario, con un voto democrático libremente depositado en una urna.
- Obstáculos por enfrentar, podemos decir que fueron las circunstancias planteadas por el contexto, en aquel lejano 1982 y de cómo se nacionalizó el sector bancario, con desplantes personales y populistas.
- Inspiración de un líder, en el grafico siguiente relacionamos algunos componentes que genera el líder responsable:
- Transformación deseada para tener siempre una asociación que permita cumplir con su misión, en el caso del IMEF:
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- “Ser la institución referente del conocimiento, la investigación, la difusión y el intercambio de las mejores prácticas de gestión financiera y económica con enfoque social en México”
- Con respecto a su visión: “maximizar la entrega de valor para sus asociados, sus organizaciones y el país con una operación eficiente, integrada y con solidez financiera”.
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- Héroes, en este caso fue la propia institución que con la guía de un líder se sobrepuso en 1983 al golpe de los efectos de la nacionalización bancaria del 1982; y es así como lo han hecho y lo seguirán haciendo los OSC, en otros muchos años más.
Probablemente este 2020 sea más grave que ese año de 1982
En esta ocasión, es obligado el replanteamiento y los ajustes económicos – financieros, ante un freno a la economía y al inesperado e incomprensible cambio de reglas, así como a la falta de respeto al Estado de Derecho, y lo más grave la fatal indiferencia gubernamental hacia las empresas que provienen de una iniciativa privada, refiriéndonos por este término al emprendedor, persona física que formó una microempresa, o una PYME. Sobra decir la actitud negativa hacia grandes empresas en el país, algunas de origen internacional y otras muchas nacionales que generan empleo a través de la inversión productiva, con algunas excepciones de empresas que han sido privilegiadas por el propio gobierno.
Ante lo anterior, y en 2020 como en 1982, todos los sectores hacen drásticos ajustes en muchos aspectos y uno de ellos son las membresías de sus ejecutivos y en general de personas que estén afiliados a cualquier organismo profesional o empresarial de la sociedad civil.
En 1982, como seguramente lo sea hoy en 2020, el abatimiento moral de los asociados responsables de la gestión de las instituciones, así como de los colaboradores de tiempo completo, es tempestuoso, sin embargo, se pueden enfrentar favorablemente cuando se cuenta con líderes responsables para tan críticos escenarios.
El liderazgo en un OSC generalmente se practica y se entiende entre otras por las siguientes razones:
- Poseer un sentimiento de identidad y una cultura organizacional alineada al personal de tiempo completo y al voluntariado.
- Generar alto sentido de participación.
- Tener profundo conocimiento y capacitación en la tarea propia en la organización.
- Aprovechar la experiencia acumulada u observada y compartida por los más capacitados.
- Operar y actuar sin miedo.
- Actuar día a día con diligencia, con calidad, firmeza y calidez con sus contrapartes, compañeros, asociados, proveedores y todo aquel que tenga contacto con la organización.
Ni la fuerza ni la autoridad, ni la persuasión del carisma resolverán el problema de desarrollar un mejor liderazgo, sólo el desarrollo de los atributos internos del liderazgo puede desarrollar individuos hombres y mujeres fuertes y llenos de confianza que necesitamos para ejercer el liderazgo.
Refrendemos que “el pasado es un lugar de referencia, más no de residencia”; la idea que deseamos compartir es: la vivencia y experiencia de 1982, dobló la moral y la capacidad financiera de la organización, no obstante, el desenlace un año después, fue un valioso aprendizaje, que se logró gracias a los principios básicos fundamentados en un liderazgo responsable y comprometido socialmente.
Nota: si estás de acuerdo por favor comparte esta colaboración y recuerda, no bajemos la guardia y sigamos con el #PoderosoNoSalgas y el #QuédateEnCasa