Desde el inicio de la nueva administración en el gobierno de Estados Unidos se han implementado medidas de seguridad que involucran a algunas naciones del mundo árabe y que han sido cuestionadas por la sociedad estadounidense y la opinión pública internacional.
La Casa Blanca, por su parte, más allá de mediar o aligerar su discurso se ha mantenido firme e, incluso, ha reforzado su política de seguridad.
Este martes el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) informó una nueva cláusula de seguridad que implica la prohibición a los pasajeros de vuelos internacionales de llevar determinados equipos electrónicos que funcionan con baterías en la cabina de los aviones.
De acuerdo con el DHS, la medida se debe a que grupos extremistas “están explorando métodos innovadores para derribar aviones”.
No han pasado más que unas horas de que se hizo pública esta medida y ya tuvo réplica. Se trata del gobierno británico que también determinó prohibir que los pasajeros de vuelos foráneos lleven laptops y otros dispositivos electrónicos consigo durante el viaje.
En ambos casos la restricción es para pasajeros no incluyen a smartphones en la medida de seguridad, pero sí tablets, laptops, DVD portátil y Cámaras, según reportes de diversas agencias como Reuters, Europa Press y AP.
Países
Estados Unidos: para vuelos procedentes de aeropuertos en Jordania, Egipto, Turquía, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Marruecos y Qatar.
Reino Unido: a pasajeros en vuelos procedentes de Turquía, Líbano, Jordania, Túnez y Arabia Saudí.
Aerolíneas afectadas
Estados Unidos: Royal Jordanian Airlines, Egypt Air, Turkish Airlines, Saudi Arabian Airlines, Kuwait Airways, Royal Air Maroc, Qatar Airways, Emirates y Etihad Airways.
Reino Unido: British Airways, EasyJet, Jet2.com Monarch, Thomas Cook y Thomson, y las extranjeras Turkish Airlines, Pegasus Airways Atlas-Global Airlines, Middle East Airlines, Egyptair, Royal Jordanian, Tunis Air y Saudia.
No es inusual que se endurezcan las políticas de seguridad, en particular en Estados Unidos, donde se han impuesto diversas medidas en vuelos internacionales, sobretodo procedentes de algunas naciones consideradas conflictivas, con el argumento de proteger la seguridad de sus ciudadanos. Sin embargo, dadas su política migratoria y planes de seguridad no sorprende un mayor proteccionismo, algo que parece comulgar el gobeirno de la proveer ministro británica Theresa May.
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