Un tema complicado el de decidir sobre lo que es una práctica sexual convencional. Y ese es precisamente en el que se han metido la legislación británica a la hora de establecer, de forma legal, a qué podrá acceder o no el usuario mayor de edad en Reino Unido. Se trata de un proyecto de ley, que se tramita en el Parlamento con el que se pretende prohibir el acceso a páginas web donde se muestren “prácticas sexuales no convencionales”.
Los temas que están siendo evaluados, entre muchos otros implicarían la aparición de imágenes en las que se visualicen acciones de azotar con posteriores marcas en la piel, acciones relacionadas con orina o menstruación o la eyaculación femenina, por citar solo algunas de las que se verían afectadas, según determine el organismo que clasifica videos de alquiler y venta comercial, el BBFC, que desde hace unas semanas tiene encomendada también el proceso de comprobar la clasificación del contenido online por edades.
Este organismo aporta un listado no exhaustiva de comportamientos sexuales que se prohíben en que los DVD para para mayores de 18, aun cuando se trate de prácticas que en la vida privada, puedan llevarse a cabo por mayores de 16 años de forma legal, siempre y cuando exista consentimiento de las partes, que además en gran parte de occidente pueden ser vistos en este tipo de material.
La reacción a este proyecto .
Este proyecto de ley, de ser aprobado unificaría el ‘listón’ de contenido del mercado del DVD comercial relacionado con material pornográfico con el online, lo que obligaría a los proveedores de este tipo de contenido en internet, a bloquear los sites que no cumplan con las normas, en suelo británico. Aunque podrá estar alojado y verse desde otras partes del mundo.
Por su parte activistas y productores de cine porno critican esta medida, por considerarla discriminatoria, causante de censura legal, y de inmiscuirse en la vida sexual de los adultos.
Como parte de este proyecto de ley, se incluyen medidas para mejorar la verificación de la mayoría de edad en las páginas de internet para adultos, así como la capacidad de bloquear dichas páginas cuando no se cumpla con la edad, lo que ha creado polémica también, ante la necesidad de obtener y gestionar datos personales de los usuarios que demuestren su edad.