Tenemos muy claro que venimos de una cultura del conocimiento en la que nos obligaban a conocer y acumular datos.
También hay que pasar a una cultura del entendimiento que nos permita comprender la complejidad del mundo que nos rodea y descifrarla para promover soluciones innovadoras a las problemáticas contemporáneas y trasladar esas soluciones al territorio de la comunicación. Trabajamos y promovemos un pensamiento conceptual, un pensamiento estratégico y un pensamiento digital. Somos una escuela muy práctica y trabajamos con modelos de cultura de proyectos.
Para potenciar las posibilidades de éxito en una escuela de creatividad en la actividad hay que saber explorar desde el principio la actividad profesional real. Las plantas docenetes y el alumnado se se en directores de agencias publicitarias, directores corporativos, mando medios, personas que vienen de medios de comunicación, cineastas y en una menor medida recién egresados de carreras muy diversas, pero principalmente de mercadotecnia, diseño, comunicación y carreras afines.
¿Pero debe cabida para otros perfiles? Y también para personas con menor o nula experiencia, cuya cualidad es que no están viciados con estándares corporativos, son cerebros vírgenes a los que no se les han impuesto ideas y por lo tanto para ellos nada es imposible, lo que permite que sus ideas se proyecten muy alto.
Sin duda así se logran armar equipos multidisciplinarios y heterogéneos en los que tanto el alumnado como el profesorado aporta cosas interesantísimas y enriquecedoras no sólo para los estudiantes, sino para la planta docente también.
La lluvia de ideas y la transmisión de experiencias complementa un proceso de aprendizaje en el que hemos logrado reivindicar nuestro derecho al error… equivocarse representa entonces una parte esencial, casi diríamos que obligada para entender los procesos creativos con claridad y potenciar la creatividad de los alumnos.