Sabemos que un estudio de Noreena Hertz, publicado en el periódico británico The Guardian, define a la Generación K como jóvenes occidentales que nacieron entre 1995 y 2002.
Su nombre hace referencia a un parecido de sus características con las de Katniss Everdeen, personaje protagonista de la saga “The Hunger Games”.
Y que se trata de un subsegmento de la Generación Z, y parte Millennial, que llama la atención de las marcas, luego de conocerse que su influencia en el consumo de las familias, tan sólo en Estados Unidos, es de 535 mil millones de euros.
Lo que también debería tener claro el mercadólogo es que existen por lo menos tres reglas de oro que se deben seguir a la hora de dirigirse a la Generación K:
ATREVERSE. Esta generación tiene un consumo variable, más que otros segmentos, debido a que se trata de “adolescentes” que aún no definen sus gustos, por lo que las marcas deben ser creativas y no enfrascarse en estereotipos preconcebidos sobre lo que debe o no aparecer en sus campañas, sino atreverse a lo nuevo.
RESPONSABLES. Lo que sí es básico para las firmas es entrar en la categoría de socialmente responsables si se quiere ganar adeptos de la Generación K, ya que se ha demostrado que se preocupan realmente por su entorno, 92 por ciento considera importante ayudar al necesitado, por lo que una estrategia en este sentido sería efectiva.
TECNOLOGÍA. Sería una gran idea enriquecer el contacto con este subsegmento, por medio de la tecnología, ya que crecieron con ella y aunque no idolatran las redes sociales, lo cierto es que son parte de la llamada “Generación Snapchat”, por lo que este medio es ideal para que los mensajes de las compañías lleguen a sus dispositivos.
Cabe mencionar que en este sentido, las redes sociales como Facebook incluyen cada vez más a la realidad virtual en sus herramientas, de hecho datos proyectados por Statista revelan que este año serán 43 millones de personas, nivel mundial, las que utilicen VR, por lo que este mercado resulta una oportunidad para las marcas que quieren acercarse a la Generación K.
Foto: Bigstock