Por Pamela Luna
Ha pasado a la historia el calificativo más simbólico de los regios: ser ahorrativos. Ahora, los definen el consumismo y las compras por estatus.
“Tengo orgullo de ser del norte” es la frase con la que inicia el corrido de Monterrey, la cual refleja con fidelidad los sentimientos de los habitantes de esta ciudad hacia lo que significa sentirse “regio”. De esta manera, la preferencia por los productos locales es una parte distintiva de su comportamiento a la hora de decidir.
De tradición industrial y cuna de grandes empresas, los consumidores en Monterrey se encuentran en etapa de transición, de ser compradores tradicionales a volverse más sofisticados, con hábitos más especializados, resultado de la elevada competencia existente en todas las áreas. Esto implica una gran oportunidad para los anunciantes, ya que además de la búsqueda de nuevas opciones, el mercado suma casi 3.5 millones de habitantes en la ciudad y el área metropolitana, lo que convierte a la Sultana del Norte en el tercer mercado más importante del país con un salario (por estado) de 250 pesos diarios según datos del INEGI para febrero de 2008.
Ramiro Castillo, jefe de mercadotecnia de negocios complementarios en ARCA corporativo, asegura: “en nuestra empresa —productora de bebidas como agua mineral Topo-Chico— hemos visto una lealtad muy grande hacia marcas regionales, existe el orgullo por lo local y, por eso, prefieren productos fabricados aquí, sobre todo los de gran tradición.”