Una playera que Reebok lanzó en apoyo a la senadora demócrata por Massachusetts, Elizabeth Warren, encargada de organizar la marcha feminista contra Donald Trump, fue agotada en 10 días en la tienda en línea de la firma deportiva.
“Nevertheless, she persisted” (Sin embargo, ella persistió), es el lema que lleva la prenda, la cual hace referencia a la frase que el senador republicano Mitch McConnell dijo a la senadora demócrata de Massachusets, Elizabeth Warren, cuando intentaba leer una antigua carta de Coretta King, viuda del activista estadounidense Martin Luther King, como parte de una protesta contra el mandatario estadounidense.
“Vimos que la senadora de nuestro propio estado fue silenciada por sus críticos por hacer su trabajo”, mencionó en una entrevista el CEO de Reebok, Dan Mazei.
El republicano fue, involuntariamente, el ideólogo del lema más visto en las últimas semanas: “La senadora Warren estaba dando un discurso muy largo. Estaba violando las normas. Fue advertida. Le dieron una explicación. Sin embargo, persistió”.
Reebok anunció que donará la totalidad de las ganancias por la venta de estas playeras a Women’s March, una iniciativa a favor de la mujer que prepara una huelga general femenina para el 8 de marzo.
“Nevertheless, she persisted” pasó de ser tendencia en redes sociales a una frase emblemática feminista que Reebok plasmó en estas playeras con causa. El costo de éstas es de 20 dólares.
Por el momento, las playeras, únicamente se pueden preordenar, pero se espera que este martes comiencen con los envíos.
En el primer mes de su administración, el presidente estadounidense ha generado diversas protestas entre la población de su propio país, debido a las políticas que ha implementado y que prometió que aplicaría cuando era candidato.
Donald Trump ha generado varias críticas por su retórica proteccionista y antiinmigrante que ha llevado a la firma de órdenes ejecutivas como la construcción de un muro fronterizo en sus límites con México, el veto inmigratorio que impide la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de siete países con bases en el islam y la aplicación de impuestos más gravosos para las empresas nacionales que no manufacturen sus productos en el territorio.